Alerta epidemiológica de fiebre Oropouche en la Región de las Américas – 28 de agosto del 2025
En 2025, entre la SE 1 y la SE 30 se notificaron 12.786 casos confirmados de Oropouche en la Región de las Américas. Los casos confirmados se reportaron en: Brasil (n= 11.888 casos incluyendo cinco defunciones), Canadá (n= 1 caso importado) y Chile (n= 2 casos importados).
También se reportaron en Colombia (n= 26 casos), Cuba (n= 28 casos), los Estados Unidos de América (n=1 caso importado), Guyana (n= 1 caso), Panamá (n= 501 casos, incluyendo una defunción), Perú (n= 330 casos), Uruguay (n= 3 casos importados) y Venezuela (República Bolivariana de) (n= 5 casos), para un total de 11 países.
Ante el el riesgo de expansión del virus Oropouche hacia nuevas zonas con poblaciones susceptibles, la OPS/OMS insta a los Estados Miembros a tomar las medidas necesarias para enfrentar posibles brotes de esas enfermades.
En ese sentido, se alienta al fortalecimiento de la vigilancia, el diagnóstico y el tratamiento oportuno y adecuado de los casos de chikungunya, oropouche y otras arbovirosis. Al mismo tiempo, se recomienda intensificar las acciones prevención y control vectorial, así como a preparar los servicios de atención de salud para garantizar el acceso de los pacientes a una atención adecuada.
La OPS/OMS recuerda a los Estados Miembros que continúan vigentes las mismas orientaciones publicadas en la Actualización Epidemiológica del 13 de agosto de 2025, disponible en: https://www.paho.org/es/documentos/actualizacion-epidemiologica-oropouche-region-americas-13-agosto-2025.
Dado que la fiebre chikungunya, Oropouche y dengue pueden presentarse en un mismo territorio, pero son transmitidas por vectores con hábitos y características distintas, es importante intensificar los esfuerzos para analizar su distribución espacial. Esto permitirá una respuesta más rápida y focalizada en las áreas más afectadas. La información sobre los puntos críticos de transmisión de dengue, Zika, chikungunya, y Oropouche debe utilizarse para orientar las acciones de control intensivo de vectores.
La vigilancia entomológica, además de identificar las principales especies vectores involucrados en la transmisión, como el caso de Culicoides paraensis para Oropouche, debe medir su densidad en las áreas de riesgo y evaluar el impacto de las medidas de
control implementadas.
El OROV no solo se transmite al ser humano a través de la picadura del jején Culicoides paraensis, considerado el vector principal de esta enfermedad y cuya presencia está ampliamente distribuida en la Región de las Américas, sino también por el mosquito Culex quinquefasciatus.
La cercanía de los criaderos de vectores a las viviendas humanas representa un factor de riesgo significativo para la infección por OROV. Las estrategias de control vectorial se centran en reducir las poblaciones de los vectores mediante la identificación y eliminación de sus sitios de reproducción y descanso. Entre las medidas implementadas se incluyen:
- Fortalecer la vigilancia entomológica en áreas con riesgo de transmisión de OROV, para la detección de especies con capacidad vectorial. Las orientaciones para la identificación de las principales especies de Culicoides se detallan en el documento operativo disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/67599.
- Mapear las áreas urbanas, periurbanas y rurales, con condiciones para el desarrollo de los potenciales vectores.
- El fomento de buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo de los vectores.
- El rellenado o drenaje de colecciones de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras y criaderos de larvas de los vectores.
- Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los vectores.
Además, tomando en cuenta las características ecológicas de los principales vectores de OROV, es importante considerar que la decisión de llevar a cabo actividades de control vectorial con insecticidas depende de los datos de la vigilancia entomológica y las variables que pueden condicionar un incremento en el riesgo de transmisión. En áreas de transmisión, la fumigación con insecticidas puede ser una medida adicional, especialmente en áreas urbanas y periurbanas, cuando sea técnicamente recomendable y factible .
Medidas de protección personal
Los pacientes infectados por el virus de chikungunya, dengue, Oropouche o Zika son el reservorio de la infección para otras personas tanto en sus hogares como en la comunidad.
Es necesario comunicar a los enfermos, sus familias y a la comunidad afectada acerca del riesgo de transmisión y las maneras de prevenir el contagio al disminuir la población de vectores y el contacto entre el vector y las personas. Es importante reforzar estas medidas en el caso de mujeres embarazadas, dado el riesgo de transmisión vertical de Oropouche, chikungunya y Zika.
Para reducir al mínimo el contacto del vector-paciente se recomienda:
- Protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas.
- Uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo de Oropouche, Zika u otra arbovirosis.
- Uso de repelentes que contienen DEET, IR3535 o icaridina, los cuales se pueden aplicar en la piel expuesta o en ropa de vestir, y su uso debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
- Uso de mosquiteros impregnados o no con insecticidas para quienes duermen durante el día (por ejemplo, mujeres embarazadas, bebés, personas enfermas o postradas en cama, ancianos).
- En situaciones de brote se deben evitar las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los vectores (al amanecer y atardecer).
- En el caso de personas con mayor riesgo de picadura de los culicoides, como trabajadores forestales, agrícolas etc. Se recomienda el uso de prendas que cubran las partes expuestas del cuerpo, así como el uso de los repelentes previamente mencionados.



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