El estrabismo de Rembrandt

Rembrandt - Autorretrato, óleo de 1659Se ha descubierto que Rembrandt (Rembrandt Harmenszoon van Rijn, 1606-1669), uno de los más grandes maestros de la pintura, tenía un estrabismo divergente. El maestro holandés del siglo XVII se pinta y graba a lo largo de 40 años en múltiples autorretratos, desde sus inicios como pintor hasta sus últimos años de soledad y miseria, y no resulta difícil para una mirada experta de oculista detectar la exotropía.

En un artículo publicado en la New England Journal of Medicine, la profesora Margaret S. Livingstone, del departamento de neurobiología de la Universidad de Harvard, sugiere que Rembrandt, cuyos ojos eran incapaces de alinearse correctamente, padecía estrabismo. Esta conclusión, extraída tras el estudio de 36 autorretratos del pintor, apunta que la incapacidad de establecer una imagen normal mediante visión binocular causó que su cerebro “redujese” la imagen a un solo ojo.

Esta incapacidad le pudo haber sido útil a la hora de “aplanar” las imágenes que veía y trasladarlas a un soporte bidimensional como el lienzo. Según palabras de Livingstone, podría haberse convertido en un gran don para un pintor como él, pues en efecto «los profesores de arte suelen aconsejar a sus estudiantes que cierren un ojo para aplanar la imagen que ven. De este modo, el estrabismo puede ser no tanto una desventaja, como un beneficio para determinados artistas».

De cualquier modo, uno de los grandes méritos de la pintura de Rembrandt es la habilidad para crear volúmenes tridimensionales, una percepción para la que, quizás, sería necesaria una visión estereoscópica normal.

El estrabismo de Rembrandt. J. J. Barbón García. Arch Soc Esp Oftalmol v.85 n.5 Madrid mayo 2010