Pandemia (H1N1) 2009, Actualización 146
4 de noviembre de 2011
Resumen
• La actividad de la influenza en las regiones templadas del hemisferio norte continua baja o imperceptible.
• Se reporta un bajo nivel de la actividad de la influenza en la zona tropical en algunos países de las Américas (Cuba, República Dominicana y Honduras), en África Central (Camerún) y en el sur y el sudeste de Asia (Camboya, Tailandia, República Democrática de Laos y Vietnam.
• La transmisión en Sudáfrica y en Sudamérica se mantiene baja.
Países situados en la zona templada del hemisferio norte
Las naciones localizadas en la zona templada del hemisferio norte todavía se encuentran en el periodo interestacional en lo que respecta a la influenza. La mayoría reporta baja o ninguna actividad, si bien existen en las últimas semanas detecciones esporádicas de casos de influenza.
Países situados en la zona tropical
En los países tropicales de Las Américas, se reportaron en general bajos niveles de transmisión de la influenza. En el Caribe, el bajo nivel de transmisión de diversos tipos de virus de influenza se ha observado en República Dominicana (influenza tipo B) y en Cuba (influenza A (H3N2) donde se experimentaron niveles de máximos de transmisión durante 2 o 3 meses anteriormente. En América Central, Honduras y El Salvador se reportan recientes alzas en la transmisión del A(H3N2) que en estos momentos vuelve a descender. Sin embargo, Nicaragua si ha informado de incrementos marcados en la detección del virus A(H1N1)pmd09, con un total de 199 casos confirmados entre mediados y finales de septiembre y mediados y finales de octubre. Por su parte, Panamá ha estado reportando insistentemente bajas cifras de casos de H1N1pmd09 desde finales de junio, con un alza ocurrida en agosto. Los demás países de América Central y del área tropical de Sudamérica informan de poca o casi ninguna transmisión de la enfermedad.
En el África subsahariana, la transmisión de la influenza ha permanecido por lo general en niveles bajos, con la excepción de Camerún donde la influenza A(H1N1)pdm09 y el tipo B han continuado circulando de conjunto a niveles elevados en las últimas semanas.
Los niveles bajos de transmisión de la influenza han seguido reportándose en la parte tropical del Asia, tras registrar picos de transmisión a lo largo de uno o dos meses. La transmisión de la influenza A(H3N2) llego a su clímax en la India, Bangladesh y Tailandia en el periodo comprendido desde finales de julio (India y Bangladesh) hasta principios de septiembre (Tailandia y República Democrática de Laos) a lo que siguió un incremento secundario de la circulación del virus de influenza tipo B. Desde entonces, se registran pequeñas cifras de casos de influencia tipo b en el área. Cabe señalar que la vigilancia de las extensas áreas inundadas de la parte central de Tailandia reportó el predominio de las dolencias similares a la influenza (ILI). Los sistemas de vigilancia de la influenza del país han informado recientemente las elevadas cifras de detecciones de influenza A(H3N2) y del tipo B. A diferencia de los demás países del sur de Asia, Vietnam continua reportando una transmisión sostenida de influenza A(H1N1)pdm09, con muchos menos casos de la influenza tipo B, situación esta que ha persistido desde inicios del 2011. En Cambo día se reporta una combinación casi uniforme de virus de influenza tipo B y de influenza A(H1N1)pdm09.
Países situados en la zona templada del hemisferio sur
En las regiones templadas de Sudamérica, la transmisión de la influenza sigue descendiendo y se aproxima a los niveles que se registran entre las estaciones. Pequeñas cantidades de virus de influenza A(H3N2) y de A(H1N1) circulan conjuntamente en Chile, mientras que la transmisión de la influenza en los demás países se encuentra en niveles bajos o casi imperceptibles.
Sudáfrica
La transmisión de la influenza en Sudáfrica ha continuado en los bajos niveles observados desde el nivel máximo que se alcanzó a principios de junio.
Australia, Nueva Zelanda y el Pacífico Sur
La actividad de la influenza desciende en Australia y Nueva Zelanda como en reportes anteriores, por lo que la temporada parece haber finalizado en gran medida. No obstante, existen variaciones en la periodicidad y los subtipos.
En Nueva Zelanda, el índice de consultas por ILI decreció a 10.7 por cada 100 000 pacientes (39 consultas ILI), por lo que los niveles de consultas por esa razón se mantienen por debajo del los niveles de referencia. En este país en 2011, se confirmaron 269 virus de influenza: influenza tipo B (594), A(H1N1)pdm09 (108), A(H3N2) (430) e influenza A (no subtipificada) (137). Las cepas circulantes de la influenza están comprendidas en la actual vacuna contra esa enfermedad.
Fuente de datos
El Programa Global de Influenza monitorea la actividad de la influenza a escala mundial y publica una actualización cada dos semanas.
Las actualizaciones se basan en las fuentes de datos epidemiológicos y virológicos disponibles incluyendo la FluNet (reportado por la Red Mundial de Vigilancia de la Influenza) y los informes sobre influenza que envían los estados miembros y las oficinas regionales de la OMI. El completamiento de la información puede variar entre una actualización y otra debido a la disponibilidad y la calidad de los datos en el momento en que se elabora la actualización en cuestión.
De la literatura arbitrada
Eficacia y efectividad de las vacunas contra la influenza: revisión sistemática y meta-análisis.
La vacunación es un mecanismo fundamental para la prevención y el control de la influenza estacional y pandemia en el mundo entero. Osterholm y colaboradores (2011) emprendieron una revisión sistemática y un meta-análisis para evaluar la eficacia y la efectividad de las vacunas contra influenza autorizadas según licencia en los Estados Unidos. De los 5 707 artículos revisados, 31 publicados entre el 1ro de enero de 1967 y el 15 de febrero de 2011 se incluyeron en el análisis; en todos se emplearon técnicas precisas de comprobación en laboratorio, principalmente la TI-RCP (reacción en cadena de la polimerasa-transcripción inversa) o el cultivo a manera de confirmación de la influenza. La efectividad media de la vacuna monovalente H1N1 del 2009 fue de 69% con respecto a las dolencias atendidas por médicos en pacientes menores de 65 años de edad con el H1N1pdm09. Se hallo que las vacunas de influenza estacionales brindaban protección moderada contra la influenza confirmada, con un 59% de eficacia de las vacunas trivalentes en adultos sanos, y un 83% de eficacia para la vacuna de influenza atenuada en niños menores de 8 años. Sin embargo, resultó importante que la protección puede ser menor – a veces marcadamente menor – en ciertas temporadas de influenza.
La revisión apunto que las evidencias no eran suficientes en lo que respecta a la protección de adultos de 65 años o más. Se recomienda la introducción de nuevas vacunas contra la influenza con una mejor eficacia y efectividad clínica para reducir aun más los índices de mortalidad y morbilidad relacionados con la influenza. Se mantiene el apoyo del público a las actuales vacunas.
Comentarios
La efectividad de las vacunas contra la influenza varía de una temporada a otra, en dependencia de la similitud entre las cepas contenidas en las mismas y la que circula en la comunidad en esos momentos. Los virus de la influenza evolucionan con el tiempo al cambiar sus proteínas superficiales para evadir los anticuerpos producidos en respuesta a la infección, lo que constituye el mecanismo de defensa primario del cuerpo. Cuando la “compatibilidad” de la vacuna o su asociación con el virus circulante, desde el punto de vista de los antígenos, no es cercana, la efectividad de la vacuna de esa temporada suele ser menor. Cada año se trabaja exhaustivamente para hacer la selección de las cepas y la precisión del proceso se refuerza sustancialmente por la compartición abierta y sin costo alguno de los datos de vigilancia que proporcionan los gobiernos nacionales al Sistema Global de Vigilancia y Respuesta a la Influenza de la OMS. Por lo demás, desde hace tiempo se conoce que la vacuna es menos efectiva en cuanto a proteger a personas de alto riesgo de desarrollar una enfermedad relacionada con influenza severa que a jóvenes adultos sanos. El desarrollo reciente de una vacuna atenuada parece haber incrementado la efectividad de la vacunación antinfluenza en los niños. El trabajo con adyuvantes que refuerzan la respuesta del cuerpo a la vacunación y la aplicación de más dosis de las vacunas en las personas de la tercera edad prometa r en incrementar la efectividad en los demás individuos de alto riesgo. La respuesta relativamente baja en este último grupo citado ha motivado a muchos programas recomendar la vacunación de los trabajadores de la salud y demás personas que se encuentran muy expuestas a personas susceptibles de desarrollar complicaciones severas, con el objetivo de disminuir las posibilidades de transmisión. Hasta que llegue el momento en que se disponga de vacunas más efectivas, todos los que cuiden de o estén en contacto directo con personas portadoras de alto riesgo de complicaciones severas por la influenza- personas de la tercera edad, pacientes con condiciones medicas crónicas, y embarazadas- deben considerar con mucha seriedad la posibilidad de vacunarse para reducir la probabilidad de propagarse la enfermedad a estos individuos sensibles. La vacunación anual de las personas de alto riesgo es también el medio más efectivo para decrecer el riesgo de enfermedad severa y de muerte en estas personas.
Estudios adicionales puede ayudar a los investigadores a comprender cabalmente los beneficios de la vacunación contra la influenza en ancianos y personas de alto riesgo de desarrollar complicaciones; no obstante, los estudios de eficacia que implican pruebas controladas aleatorias destinadas a estos grupos encierran desafíos éticos. La alternativa, es decir los estudios de observación, pueden introducir factores de confusión por los sesgos en el muestreo, como es el acceso al cuidado y las diferencias en los índices de vacunación entre los individuos sanos y los de alto riesgo. Por lo tanto, los resultados de los estudios de observación han de interpretarse con sumo cuidado. La Asamblea Mundial de la Salud celebrada en el 2003 recomendó una mayor y más oportuna cobertura de la inmunización en grupos de alto riesgo incluidos los ancianos, en aquellos países donde existan políticas nacionales de vacunación contra la influenza (WHA 56.19).
Referencias
Anon, WHO | Influenza update. Disponible en: http://www.who.int/influenza/surveillance_monitoring/updates/latest_update_GIP_surveillance/en/index.html [Accedido 7 de noviembre, 2011]
Osterholm., M.T. et al. 2011. Efficacy and effectiveness of influenza vaccines: a systematic review and meta-analysis. The Lancet; doi:10.1016/S0140-6736(08)61345-8).
The WHO Consultation on the Composition of Influenza Vaccines for the Southern Hemisphere 2012. Recommended composition of influenza virus vaccines for use in the 2012 southern hemisphere influenza season.
Fifty-Sixth World Health Assembly 28 May 2003. WHA 56.19. Prevention and control of influenza pandemics and annual epidemics.
Publicado: nov 24th, 2011.