Influenza H1N1 sigue pesando sobre autoridades en Ginebra
La pandemia de la gripe A (H1N1) declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue pesando sobre los responsables en Ginebra.
“Nadie podía prever la evolución” de la enfermedad, dicen estos días ante todos los miembros de la organización encargados del contacto con la prensa.
Que esta pandemia de la gripe, declarada por primera vez en 40 años, fue más suave de lo esperado se debe también a la rápida reacción de la OMS, sostienen los empleados en la sede central en el barrio ginebrino.
En los días pasados, unos 30 expertos independientes trataron de sacar lecciones de la experiencia de 2009 para reacciones futuras de la OMS frente a ese tipo de enfermedades infecciosas a escala mundial.
Mucho deberá llevarse a cabo como en los pasados 12 meses, trascendió en Ginebra, ya que aún es demasiado grande el riesgo de que haya una gran cantidad de víctimas por la propagación mundial de un virus.
La cifra de casi 17 800 personas, que los análisis de laboratorio confirmaron que murieron por el virus H1N1 en los pasados 12 meses, aparenta ser baja a nivel mundial, si bien de lejos no están incluidos en ella todas las víctimas.
Lo que comenzó oficialmente el 24 de abril de 2009 con el cierre de las escuelas en México se propagó rápidamente a más de 200 países y regiones.
La OMS se tuvo que enfrentar a un nuevo virus y logró ser exitosa, están convencidos en Ginebra, aun antes de que sea publicado el informe del grupo de expertos en unas semanas.
El temor a la gripe se propagó rápidamente. Todas las personas parecían estar en riesgo, no solo los débiles como en el caso de la gripe estacional.
La declaración del máximo nivel de alerta de la OMS, la pandemia, no fue fácil de decidir en la organización, que en principio hasta fue criticada por ser demasiado vacilante.
Cuando el 11 de junio, la OMS declaró finalmente la pandemia, se habían registrado casi 30 000 casos de gripe A (H1N1) en 74 países, de los cuales más de 21 000 casos correspondían a América del Norte.
Más de 140 pacientes habían fallecido.
Incansablemente, el asesor especial de la directora general de la OMS en materia de gripe pandémica, Keiji Fukuda, reiteró en conferencias de prensa transmitidas a todo el mundo que existen imponderables en ese tipo de pandemias: no hay certezas.
“Naturalmente es posible tener una pandemia más suave”, advirtió una vez, cuando hacia fines de año se perfilaba un estancamiento de las cifras de enfermos por la gripe A (H1N1).
En vista de la enorme cantidad de vacunas almacenadas y no utilizadas, hubo críticos que especularon con una posible relación entre la OMS y las empresas farmacéuticas, que reportó ganancias récord. La OMS rechazó de plano esta acusación.
Según los datos publicados el 16 de abril por la OMS, en el continente americano murieron al menos 8274 personas por la gripe A (H1N1), en Europa 4776 y en Asia 3561. La cifra de fallecidos en todo el mundo asciende a 17 798.
La vacuna no llegó a todos los países, pero la ola de gripe A (H1N1) fue relativamente leve.
El objetivo de la OMS, de poner a disposición a un cuarto de la población mundial la protección contra la enfermedad, casi fue cumplido.
La pandemia fue la primera gran prueba para las Regulaciones Sanitarias Internacionales de la OMS, que entraron en vigencia a mediados de 2007.
Según estas directivas, se deben intercambiar lo más rápido posible las informaciones significativas para la salud pública. Con estas regulaciones se busca prevenir la propagación de enfermedades a través de las fronteras y acelerar su tratamiento.
Esto se logró, dice el balance de la OMS. Pese a las críticas mundiales, la organización quiere mantenerse activa, indicó la secretaria general, Margaret Chan.
Ginebra, abril 22, 2010 (dpa)
Publicado: abr 24th, 2010.