Prensa:El Mundo.El pasado domingo, un diario digital israelí daba la noticia de su primer caso de flurona en una embarazada tratada por síntomas leves de la infección por SARS-CoV-2 y virus de la gripe. El término (combinación de ‘flu’ y ‘coronavirus’) no ha sido muy bien recibido por los especialistas que ven más una forma de crear confusión que de informar sobre el ya conocido fenómeno de la coinfección vírica. Así lo expresa Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, quien recuerda que las coinfecciones de virus respiratorios son posibles, “al igual que hay pacientes que se coinfectan por virus y bacteria”. En ello abunda África González, catedrática de Inmunología en la Universidad de Vigo: “El término de ‘flurona’ parece aludir a un nuevo virus, que surge a partir de fragmentos de dos virus diferentes, cuando no es así en absoluto; es un nombre que puede inducir a error”.
La inmunóloga expone que, en general, “las coinfecciones víricas son raras en personas sanas, pues la presencia de un virus en el organismo suele desplazar a otros”. Lo habitual es que se produzcan en personas cuyo sistema inmune esté debilitado o comprometido. “Tomando como ejemplo el caso de Israel, se trata de una mujer sin vacunar y embarazada; hay que recordar que la gestación es un momento de especial vulnerabilidad ante las infecciones. De ahí la insistencia de vacunar a las embarazadas”.
Detección de gripe y VRS
Al principio de la pandemia ya se habían comunicado algunos casos de coinfección con la variante de Wuhan del coronavirus y la gripe. Cantón comenta que, de momento, en su servicio no han detectado ningún caso, si bien, al igual que se está haciendo en otros hospitales en España, están preparados para ello. “Desde el verano del año pasado pusimos a punto los sistemas de detección de ambos virus [SARS-CoV-2 y gripe], y también el del virus respiratorio sincitial [VRS, que causa la bronquiolitis] en las dos poblaciones con mayor riesgo: menores de cinco año y mayores de 70. Los servicios de Microbiología estamos haciendo la labor de detección de estos virus respiratorios”, y aclara que, desde un punto de vista de manejo epidemiológico, “los pacientes con Covid-19 no deberían estar en la misma planta que los que tienen gripe. Y en caso de coinfección, deberían permanecer en la planta de pacientes con Covid”.
También coincide en destacar que es algo infrecuente Antoni Trilla, jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic de Barcelona y catedrático en la Universidad de Barcelona. “De momento, se han detectado pocos casos, pero es cierto que estamos en el inicio de la epidemia de gripe estacional”.
Pronóstico
En la primera ola de la pandemia preocupaba que la coinfección por SARS-CoV-2 y el virus gripal se tradujera en que el Covid-19 cursara de forma más grave, en especial, entre aquellas personas más susceptibles. “Ahora la situación es muy distinta: estamos vacunados y la variante predominante, ómicron, parece ser algo más leve. Desde luego lo ideal es no estar infectado por los dos virus, pero, en principio, no tiene por qué ser una situación de especial riesgo, a no ser que existan comorbilidades o vulnerabilidad asociada a la edad”.
El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu, exdirector del Centro Nacional de Gripe de Valladolid (Valladolid NIC), explica sobre el pronóstico en los casos de coinfección que “los resultados que hay no son concluyentes: algunos casos resultan más graves y bastantes evolucionan de forma benigna, por lo que no hay conclusiones definitivas. En general se especula con que uno de los dos virus actúa como ‘conductor’ (driver) o virus principal de la infección y el otro es solo ‘pasajero’ o ‘acompañante’ (passenger) sin contribuir con mayor gravedad. Ocurre eso mismo en otras coinfecciones víricas (VPH, polio). Hay incluso coinfecciones de tres virus respiratorios. El mayor problema que plantean las coinfecciones es su diagnóstico virológico, ya que a veces la coinfección de uno de los dos virus puede enmascarar la excreción del otro y retrasar o enmascarar su diagnóstico”.
En cuanto al tratamiento de la coinfección, Ortiz de Lejarazu añade que “en Medicina no existen enfermedades, existen los enfermos, así que el tratamiento es integral del enfermo, si la presentación clínica es leve o moderada: tratamiento sintomático. Si es más importante podrían administrarse antivirales frente a la gripe (oseltamivir, baloxavir, etc.) y si requiere hospitalización, se le atendería primero con las medidas protocolizadas de soporte ventilatorio y tratamiento integral del paciente con arreglo a lo que el equipo clínico decida que es más conveniente para las circunstancias de cada caso. En Medicina cada paciente es un mundo”.
Una vez más las vacunas -de la Covid-19 y, cuando está indicada, de la gripe- son la principales, que no perfectas, medidas protectoras. Trilla comenta que “este año han mejorado mucho los porcentajes de vacunación de la gripe en población de riesgo. Quizá con eso y con las medidas preventivas que ya hemos desplegado para la Covid (como la mascarilla) la epidemia de gripe no se acelere mucho ni llegue a picos muy altos. No obstante, aún no sabemos qué magnitud alcanzará. Todo apunta a que lo ocurrido el año pasado, en que prácticamente no hubo gripe, sea algo excepcional. Desde luego, sería de gran ayuda que no fuera una epidemia intensa, para no saturar aún más el sistema sanitario. Nuestro peor escenario es que los casos elevados de gripe estresaran más el sistema”. El catedrático de Medicina Preventiva confía en que el pico de esta última ola de la Covid-19 baje rápido y no coincida en el tiempo con el de la epidemia gripal, aunque si finalmente coinciden, lo esperable es que “haya mucha gente con gripe, mucha con ómicron y algunos casos de coinfección”.
La epidemia estacional, en Europa
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aportados por Ortiz de Lejarazu, indican que hace poco más de una semana la epidemia estacional de gripe se ha iniciado en Europa. “Estamos a las puertas de la epidemia anual por número de casos y por proporción de diagnósticos”, resalta y lamenta que en España la notificación de gripe esté “resentida e incompleta ya que no figuran todos los diagnósticos que deberían constar de todas las comunidades autónomas españolas por problemas logísticos, de reorganización y cambio en el sistema de vigilancia que tenía España hasta antes de la Covid-19″.A medida que avance la epidemia, se podrá determinar el impacto de la vacunación antigripal (cuya composición cambia anualmente) en el control de la enfermedad respiratoria.
Al respecto, Ortiz de Lejarazu explica que “los virus de gripe H3 que circulan por España y Europa son diferentes al de la vacuna de este año. Algo que está sucediendo con cierta frecuencia en los últimos años con los virus de la gripe del subtipo H3N2, porque existen varios clados (clanes) diferentes de virus cocirculando”.
Así se desprende del último informe del Sistema de Vigilancia de Gripe y otros virus respiratorios de España del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII): “Se han caracterizado 115 virus de la gripe A(H3N2), todos ellos del grupo 3C.2a1b.2a.2 (grupo Bangladesh)” […] “Según el último informe del ECDC [Centro Europeo de Control de Enfermedades] de caracterización de los virus de la gripe en Europa, este grupo de virus ha demostrado ser antigénicamente diferente al grupo al que pertenece el virus que se ha utilizado para elaborar la vacuna de la temporada 2021-22″.
Fuente:Disponible en :https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2022/01/04/61d33ac9fdddff70338b45b9.html
Publicado: ene 5th, 2022.