Pandemia (H1N1) 2009, Actualización 171
Resumen
- Muchos países de la región templada del hemisferio norte reportan detecciones esporádicas si bien crecientes de virus de influenza, pero todavía son bajas las cifras y ninguno ha cruzado el umbral estacional. No se han informado casos recientes de virus de influenza A(H3N2)v de origen porcino, desde el inicio de la temporada escolar en los Estados Unidos.
- Unos cuantos países en las zonas tropicales han experimentado la transmisión activa de influenza en las últimas semanas, lo más notable se observa en Nicaragua y Costa Rica en las Américas donde la influenza tipo B es la más común. En el Asia, Sri Lanka, Nepal y Tailandia tienen la influenza A(H1N1)pdm09 que ha sido algo más común que la influenza B.
- En el África subsahariana, las naciones ubicadas en el occidente (Senegal y Costa de Marfil) y en el centro (Camerún) han reportado más detecciones de influenza, fundamentalmente el A(H3N2).
- La actividad de la influenza en muchas zonas de los países de clima templado ubicadas en el hemisferio sur se encuentran ahora en los niveles interestacionales.
Países situados en la zona templada del hemisferio norte
Muchos países de las regiones de clima templado en el hemisferio norte comienzan a reportar detecciones esporádicas de influenza; sin embargo, ninguno ha experimentado una transmisión sostenida en una comunidad o ha traspasado el umbral estacional para las dolencias similares a la influenza conocidas como ILI.
En los Estados Unidos, no se ha reportado nuevos casos de infección en humanos provocado por el virus A(H3N2)v desde la última actualización. El último caso reportado había iniciado su enfermedad el 7 de septiembre del 2012. Se puede encontrar más información al respecto en http://www.cdc.gov/flu/swineflu/variant.htm.
Países localizados en la zona tropical
Países tropicales de Las Américas
La transmisión de la influenza tipo B ha sido activa en algunos países de Centroamérica y el Caribe en las recientes semanas, pero en general está disminuyendo.
El Salvador, Costa Rica y Nicaragua han reportado la reciente transmisión de influenza tipo B, con cifras menores de A(H3N2). La transmisión en estos países parece haber alcanzado los máximos niveles a finales de agosto y a partir de entonces se han reducido los niveles. El pico de influenza B en Panamá ocurrió algunas semanas antes de que otras naciones en el área tuvieran un notable incremento de la influenza A(H1N1)pdm09 en el periodo abril-mayo, sin transmisión de influenza B.
Cuba y Jamaica en el Caribe han reportado la transmisión persistente de influenza B en recientes semanas desde que alcanzasen niveles altos muy al principio del 2012. Cuba también reportó cifras mínimas de casos con influenza A(H1N1)pdm09 en semanas recientes.
En la zona tropical de Sudamérica, la influenza disminuye. La transmisión llego a su punto máximo hace varias semanas, pero ha bajado significativamente y ahora se registran tan solo pocas detecciones del virus. La actividad de la influenza en el área se asoció a los tres tipos de virus y subtipos circulantes. En Bolivia experimentó un alza en mayo que casi respondió enteramente al A(H1N1)pdm09, mientras que en el mismo intervalo de tiempo, Ecuador tuvo un aumento de casos por la influenza B en casi su totalidad y Colombia reportaba la transmisión en lo fundamental del A(H3N2).
África subsahariana
Senegal y Costa de Marfil en el oeste de África han reportado recientes incrementos de las detecciones de influenza A(H3N2) en las pasadas dos o tres semanas. Más hacia el este en África Central, Camerún ha experimentado un aumento de la transmisión de A(H3N2) desde finales de agosto. En el este del continente africano, Kenia continúa informando sobre los bajos niveles de influenza B, con cifras aun más bajas de influenza A(H3N2).
Asia tropical
Algunas áreas del Asia tropical siguen experimentando la circulación del virus de la influenza, principalmente en Sri Lanka, Nepal y Tailandia. Cada uno de ellos ha reportado la mezcla del B y del A(H1N1)pdm09, siendo este ultimo algo más común en las semanas más recientes.
En el sur de China, la actividad de la influenza decrece; en la más reciente semana informativa, el porcentaje de muestras clínicas llegadas de los sitios centinela y que dio positivo al virus fue de 2.4%, un sostenido descenso con respecto a semanas previas y bien por debajo del pico de casi 50% en el mes de agosto. Asimismo, la enfermedad similar a la influenza (ILI) solo representó el 2.2% de las visitas ambulatorias, cifra por debajo del nivel registrado en igual periodo del año precedente. La región administrativa especial de Hong Kong también tiene actividad de la influenza pero en los niveles de referencia interestacionales.
En Vietnam, los reportes globales de las ILI y de las IRAS son menores. De las 52 muestras de ILI comprobadas, una dio positiva a la influenza B y tres al virus de influenza A(H3N2). Vietnam enfrentó un importante pico de transmisión en junio que se relacionó primordialmente con el A(H3N2).
La República Democrática Lao y Camboya informaron de cifras reducidas de virus de influenza. Al parecer la actividad elevada de la enfermedad en Laos en el mes de agosto estuvo vinculada a la influenza A(H1N1)pdm09. Entretanto, hubo en Camboya menores cifras de A(H3N2), si bien persistentes, en las anteriores cinco a seis semanas. En la más reciente semana de información, el 20% (10 de 50) de las muestras respiratorias dieron positivo a la influenza, siete al A(H3N2), dos al tipo B(linaje no determinado) y uno al A(H1N1)pdm09.
Naciones situadas en la zona templada del hemisferio sur
La actividad de la influenza ha continuado su descenso en todas las naciones de clima templado del hemisferio sur y ahora se hallan en los niveles interestacionales de la mayoría de las zonas. En el Reporte Epidemiológico Mundial del 2 de noviembre de 2012 aparecerá un reporte en forma de resumen de la temporada de influenza en el hemisferio sur.
Países de clima templado de Sudamérica
La actividad de la influenza en el cono sur de América del Sur decreció en Chile, Paraguay y Argentina. Este último país reportó un descenso de la influenza A(H1N1)pdm09 y de la B, con la misma tendencia en los casos de ILI y de IRAS.
El índice de consultas en Chile fue de 9.6 por cada 100 000 habitantes, algo mayor que en la semana pasada que fue de 8.4 por 100 000; sin embargo, las tasas de IRAS están en descenso. El máximo índice de consultas por ILI se observó a comienzos de julio y fue de 19.4. En el actual periodo informativo, la influenza B es responsable de la mayoría de los virus subtipificados tras una temporada con influenza A(H3N2) predominante. Desde el inicio del 2012, la mayor parte de las muestras de IRAS que dio positivo a la influenza se debió al virus A(H3N2).
La influenza en Paraguay permaneció en niveles bajos y la tendencia de los índices de consultas por ILI e IRAS fue la misma. En este periodo informativo, el 47% de todos los virus respiratorios comprobados (n=15) correspondió a las cepas de influenza B.
Naciones de clima templado situadas en África Austral
En Sudáfrica, las detecciones del virus de la influenza continúan reduciéndose y en lo fundamental se reporta la influenza B.
Oceanía, Melanesia y Polinesia
La actividad de la influenza en Australia sigue en descenso y la mayoría de sus jurisdicciones reportan actividad de la enfermedad por debajo de los niveles de referencia.
A escala nacional, la influenza B representó una gran proporción de los casos en el ocaso de la temporada de influenza. Desde el inicio del 2012, la influenza A fue responsable del 78% de todas las muestras positivas a la enfermedad (25 476 de las 32 662 investigadas), seguida por la influenza B con un 22% ( 7 186 de las 32 662). Casi todos los casos que se reportaron con influenza A(no subtipificada) fueron atribuibles probablemente al A(H3N2).
Entre el 1ro de enero y el 15 de octubre del 2012, tan solo un virus de influenza (de 1314 comprobados) ha mostrado resistencia al inhibidor de la neuraminidasa llamado Oseltamivir.
Fuente de información
El Programa Mundial de Influenza monitorea la actividad de esta enfermedad a escala mundial y publica actualizaciones quincenales.
Las actualizaciones se basan en las fuentes de informaciones epidemiológicas y virológicas disponibles incluidas FluNet(Sistema Global de Vigilancia de y Respuesta a la Influenza) y en los informes que envían las oficinas regionales y los estados miembros de la OMS. El completamiento de la información puede variar de una actualización a la otra, debido a la disponibilidad y calidad de los datos enviados al momento de elaborarse la actualización.
DE LA LITERATURA ARBITRADA
26 de octubre de 2012
Intervenciones para incrementar la vacunación contra la influenza entre los trabajadores de la salud de los hospitales.
Hollmeyer y colegas publicaron recientemente una revisión sistemática de estudios encaminados a aumentar la vacunación contra la influenza en los trabajadores de la salud que laboran en hospitales(1). Los estudios comprendidos en la revisión abarcaron a los trabajadores de la salud de hospitales de atención a enfermos críticos y describían todas las actividades ejecutadas y tenían un grupo control de manera que pudieron compararse los efectos de las intervenciones. En la revisión final se incluyeron 25 estudios llevados a cabo en ocho naciones y que emplearon una amplia gama de estrategias de intervención. Los seleccionados se agruparon en cuatro categorías según el diseño del estudio y la duración de las intervenciones, teniendo en cuenta la comparabilidad. En general, los estudios que pusieron en práctica una cantidad mayor de componentes en la intervención lograron mayores índices de cobertura con la vacunación. El suministro de vacunas gratis fue crucial en todas las intervenciones. Sin embargo, la más efectiva fue la política de vacunación obligatoria para todos los trabajadores de la salud en los hospitales y tres programas que emplearon esta estrategia obtuvieron una cobertura casi total. No causa sorpresas entonces que la vacunación obligatoria haya causado resistencia ocasional y controversias entre los trabajadores, pues su libertad de elegir entraba en conflicto con la obligación de los trabajadores de los hospitales de no hacer daño y de actuar en el mejor interés de un paciente (2,3). Todos los estudios que introdujeron la vacunación obligatoria tuvieron en cuenta excepciones por razones medidas o religiosas. Los programas de ‘éxito también hicieron esfuerzos significativos en la cultura organizativa y educacional en pos de la vacunación, antes de iniciarse el programa de inmunización obligatoria. Otros factores de envergadura en el éxito de los programas incluyeron esfuerzos sostenidos a favor de la vacunación, sólido liderazgo y compromiso por parte de los directivos hospitalarios, aplicación flexible de la vacuna en el sitio de trabajo, designación de un personal especializado para la tarea y suministro de materiales educacionales dirigidos. Las encuestas previas a la intervención, con el objetivo de comprender el conocimiento y las actitudes de los trabajadores de la salud en los hospitales para adecuar los programas en consecuencia, se asociaron también a un incremento en la toma de la vacuna. Los autores de esta revisión observaron limitaciones como el sesgo en la publicación y que los componentes de las intervenciones no eran mutuamente excluyentes, por lo que se hacía difícil la estandarización y la comparación entre programas. De forma global, la literatura indica que un enfoque abarcador de múltiples aristas hacia la vacunación de los trabajadores de los hospitales contra la influenza demostró los mejores resultados.
Comentarios
Los índices anuales de vacunación contra la influenza entre los trabajadores de la salud de los hospitales permanecen bajos casi en todo el mundo, a pesar de las recomendaciones de las agencias de salud pública y los gobiernos a escala mundial. Las infecciones por influenza en los trabajadores de salud del hospital han demostrado que llevan a brotes nosocomiales (4,5), particularmente en los pacientes inmunocomprometidos o ancianos. Esta es una importante observación ya que la eficacia de la vacuna tiene a reducirse en estos grupos en comparación con adultos sanos de menor edad (6,7). Se ha demostrado también que la vacunación contra la influenza es efectiva a la hora de reducir el ausentismo entre los trabajadores de los hospitales durante las temporadas de influenza (8). Otros estudios han destacado que las principales razones para el rechazo a la vacuna por parte de los trabajadores de la salud en hospitales fueron las preocupaciones sobre la seguridad de la vacuna, los efectos secundarios y la falta de conocimiento sobre la infección por influenza (9, 10). Dirigir los programas educativos a fin de abordar estas afirmaciones es importante para aumentar la aceptabilidad de la vacunación. De acuerdo a las recomendaciones sobre inmunización del SAGE, la OMS recomienda la vacunación de los trabajadores de la salud en los hospitales con vista a proteger al individuo y reducir la propagación de la influenza a grupos de pacientes vulnerables (11).
Referencias bibliográficas
1) Hollmeyer HG, Hayden F, Mounts A, Buchholz U. Review: Interventions to increase influenza vaccination among healthcare workers in hospitals. Influenza and Other Respiratory Viruses 2012. DOI: 10.1111/irv.12002.
2) Anikeeva O, Braunack-Mayer A, Rogers W. Requiring influenza vaccination for health care workers. Am J Public Health 2009; 99:24–29.
3) Rea E, Upshur R. Semmelweis revisited: the ethics of infection prevention among health care workers. CMAJ 2001; 164:1447–1448.
4) Voirin N, Barret B, Metzger MH, Vanhems P. Hospital-acquiredinfluenza: a synthesis using the Outbreak Reports and InterventionStudies of Nosocomial Infection (ORION) statement. J Hosp Infect 2009; 71:1-14.
5) Salgado CD, Farr BM, Hall KK, Hayden FG. Influenza in the acutehospital setting. Lancet Infect Dis 2002; 2:145–155.
6) Saxen H, Virtanen M. Randomised, placebo-controlled double blind study on the efficacy of influenza immunization on absenteeism of health care workers. Pediatr Infect Dis J 1999;18:779-783.
7) Gross PA, Hermogenes AW, Sacks HS, Lau J, Levandowski RA. The efficacy of influenza vaccine in elderly persons. A meta-analysis and review of the literature. Ann Intern Med 1995; 123:518–527.
8) Fiore AE, Shay DK, Broder K et al. Prevention and control of seasonal influenza with vaccines: recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP), 2009. MMWR Recomm Rep 2009; 58:1–52.
9) Aguilar-Diaz FC, Jimenez-Corona ME, Ponce-de-Leon-Rosales S. Influenza Vaccine and healthcare workers. Archives of Medical Research 2011;42:652-657.
10) Hollmeyer HG, Hayden F, Poland G, Buchholz U. Influenza vaccination of health care workers in hospitals – A review of studies on attitudes and predictors. Vaccine. 2009;27:3935-3944.
11) Meeting of the Strategic Advisory Group of Experts on immunization, April 2012- conclusions and recommendations, WER, 2012, No. 21, 87,201-216
Further Reading
• Poland G. The 2009-2010 influenza pandemic: effects on pandemic and seasonal vaccine uptake and lessons learned for seasonal vaccination campaigns. Vaccine. 2010;285:D3-D13.
• Dolan GP, Harris RC, Clarkson M, Sokal R, Morgan G, Mukaigawara M, Horiuchi H, Hale R, Stormont L, Béchard-Evans L, Chao YS, Eremin S, Martins S, Tam JS, Peñalver J, Zanuzadana A, Nguyen-Van-Tam JS. Vaccination of health care workers to protect patients at increased risk for acute respiratory disease. Emerg Infect Dis. 2012 Aug;18(8):1225-34.
Publicado: nov 6th, 2012.