Pandemia (H1N1) 2009, Actualización 170
Resumen
- La transmisión de la influenza estacional todavía no se ha incrementado en la zona de clima templado del hemisferio norte.
- En las áreas tropicales, la mayoría de los países reportan bajos o decrecientes niveles de detecciones del virus de la influenza. Constituyen excepciones Costa Rica en Las Américas e India, Nepal, República de Lao y Tailandia en Asia.
- En África subsahariana, Camerún ha reportado el aumento de las detecciones de influenza.
- La temporada de influenza parece llegar a su fin en los países de clima templada del hemisferio sur.
La transmisión de la influenza en los países que envían sus reportes y se sitúan en las regiones de clima templado del hemisferio norte es mínima, es decir, se encuentran en los niveles interestacionales.
En los Estados Unidos de América, se informó de otro caso de infección por virus A(H3N2)v en un humano desde la última actualización, pero no se identifica transmisión alguna entre humanos. Para lograr mayor información, consulte el sitio http://www.cdc.gov/flu/swineflu/variant.htm
A lo largo de Europa, 23 países reportaron actividad de influenza en los niveles interestacionales.
En los países asiáticos de clima templado, excepto Mongolia, la actividad general de las ILI continuó siendo escasa. La actividad de las ILI en Mongolia ha aumentado en las últimas semanas informativas junto con un aumento de las hospitalizaciones de personas aquejadas de neumonía, debido a una mezcla de virus respiratorios comunes que no pertenecen a la categoría influenza. En la semana entre el 10 y el 16 de septiembre, el porcentaje de visitas por ILi en los hospitales centinela nacionales fue 2.8%, un tanto mayor pero no significativo que el índice registrado en la semana anterior. De los especímenes que dieron positivo a la influenza, el 71% (12 de 17) fue positivo a la influenza A(H3N2) y el 29% (5 de 17) a la influenza B.
Países situados en la zona tropical
Países tropicales de Las Américas
La transmisión en América Central, el Caribe y la zona tropical de Sudamérica continuó a bajos niveles en la mayoría de los países que envían reportes.
A lo largo de toda Centroamérica, la influenza B continuó siendo la más frecuente.
Tanto en Nicaragua como en Costa Rica sigue reportándose la influenza B y A(H3N2), mientras que la actividad de la influenza en Panamá se mantiene la influenza en niveles casi imperceptibles.
En la zona tropical de Sudamérica, la actividad de la influenza fue escasa.
La actividad de la influenza en Brasil descendió. En el 2012, los virus de la influenza se detectaron en el 21% (3834 de 18 105) de casos de infección respiratoria aguda severa. De estos casos, el 67% (2 570 de los 3 834) fue causado por la influenza A(H1N1)pdm09. En tanto se reportaron 1 559 muertes por IRAS en Brasil, de los cuales 409 (26%) dieron positivo a un virus de influenza. De la cifra anterior, 335 casos (82%) dieron positivo a la influenza A(H1N1)pdm09. Del total de muertes por IRAS, el 49% (769 de 1559) fueron mujeres y la edad promedio fue 44 años (rango 0 a 99 años); el 61% tuvo al menos una comorbilidad. En cuanto a la distribución de los virus respiratorios identificados por edades, la influenza A estuvo presente en el 40.7% de los pacientes entre 5 y 14 años, el 50% de los casos entre 15 y 24, el 42% de los pacientes con edades de 25 a 59 años y el 38% de los casos de 60 o más años.
África subsahariana
En lo que respecta a las naciones situadas en el África subsahariana que envían informes, Camerún ha reportado el incremento de la influenza A(H3N2) en lo fundamental en las pasadas semanas, mientras Ghana parece registrar un decrecimiento de la actividad de la influenza, con detecciones de influenza B principalmente. Kenia continuó reportando bajos niveles de influenza B. Madagascar reporta niveles bajos de circulación de la influenza B.
Asia tropical
Unas cuantas áreas del Asia tropical han experimentado una significativa circulación de la influenza en las últimas semanas, especialmente India, Nepal y Tailandia, con una mezcla de influenza B e influenza A(H1N1)pdm09.
En el sur de China, la actividad de la influenza fue muy baja, con un 3.9% de muestras (46 de 1183) positivo a la influenza. De las muestras positivas, el 73% (34 de 46) se debió a la influenza A(H3N2), el 20% (9 de 46) a la influenza A no subtipificada, el 6% (3 de 46) fue causado por la influenza B.
En Vietnam, hay una tendencia a la disminución de la actividad de la influenza, donde el tipo B es el predominante. Por otra parte, la República Democrática Lao ha reportado un aumento de la influenza, siendo el virus principal el A(H1N1)pdm09.
Camboya siguió reportando bajos niveles de actividad de la influenza y el 79% (11 de 14) de las muestras positivas se debió al virus A(H3N2).
Países situados en la zona templada del hemisferio sur
La actividad de la influenza continúa disminuyendo en todos los países de clima templado del hemisferio sur.
Países de la zona templada de Sudamérica
La actividad de la influenza en el cono sur de Sudamérica se redujo en Chile, Paraguay y Argentina. Luego de cierta actividad tardía de la enfermedad, Argentina reporta en estos momentos un descenso en las detecciones en las cuales están presentes la influenza A(H1N1)pdm09 y B.
El índice de consultas por ILI en Chile siguió bajo y registró 8.2 por cada 100 000 casos. Ello ocurre tras una temporada de influenza moderada que llegó a su máximo valor de 19.4 a comienzos de julio. En la semana 38, entre todas las muestras positivas a la influenza, la influenza B representó el 65% (31 de 48), la influenza A (H3N2) el 19% (9 de 48) y la influenza A no subtipificada el 17% (8 de 48). En el 2012, la mayoría de las muestras de IRAS que dio positiva a la influenza se debió al A (H3N2). De las 103 muertes de casos IRAS ocurridas, en 14 se confirmó la presencia de virus respiratorios, de los cuales el 64% (n=9) correspondieron a la influenza A(H3N2).
En Paraguay, la actividad de la influenza continua en niveles bajos y los índices de hospitalización por IRAS y de consultas por ILI reflejaron esta tendencia. En la actual semana informativa, el 80% de todos los virus respiratorios comprobados (n=5) fueron influenza B. De las muertes por IRAS con presencia de virus respiratorios confirmados (n=31), dieciocho (58%) fueron virus de influenza A(H1N1)pdm09.
Naciones de la zona templada del África Austral
En Sudáfrica, las detecciones del virus de la influenza disminuyeron después de llegar a valores topes a finales de julio, principalmente la transmisión del virus de influenza B. Los casos de IRAS y de ILI se redujeron y el virus de influenza B constituyó la mayor parte de las detecciones encontradas en las muestras de IRAS positivas a la influenza.
Oceanía, Melanesia y Polinesia
La temporada de influenza parece haber llegado a su término en Australia y Nueva Zelanda. La mayoría de las jurisdicciones de Australia reportaron actividad de la influenza por debajo de los niveles de referencia y continúa reportándose una tendencia decreciente. A escala nacional, la influenza B fue el virus mas reportado, aunque la influenza A(H3N2) predominó en la temporada. En el periodo que va del 15 al 28 de septiembre, de las 1470 notificaciones de casos de influenza reportada, el 53%(n=782) fue influenza B, y el 46% (n=683) resultó influenza A, probablemente A(H3N2). Hasta este momento, 57 muertes asociadas a la influenza se han reportado al Sistema Nacional de Vigilancia de Enfermedades Notificables (NNDSS en inglés) y el promedio de edad fue 79 años. Casi todos los casos se reportaron como influenza A(no subtipificada) y hubo probabilidad de que fuesen causados por A(H3N2).
En Nueva Zelanda, los índices de consulta por ILI disminuyeron. Se reportó un índice de consultas por ILI de 12.7 por cada 100 000 casos donde la influenza A(H3N2) fue el principal virus detectado.
Fuente de información
El Programa Mundial de Influenza monitorea la actividad de esta enfermedad a escala mundial y publica actualizaciones quincenales.
Las actualizaciones se basan en las fuentes de informaciones epidemiológicas y virológicas disponibles incluidas FluNet(Sistema Global de Vigilancia de y Respuesta a la Influenza) y en los informes que envían las oficinas regionales y los estados miembros de la OMS. El completamiento de la información puede variar de una actualización a la otra, debido a la disponibilidad y calidad de los datos enviados al momento de elaborarse la actualización.
DE LA LITERATURA ARBITRADA
12 de octubre de 2012
Impacto del H1N1 en poblaciones socialmente desfavorecidas: Una revisión sistemática.
Tricco A.C y colegas realizaron una revisión sistemática sobre el impacto del H1N1 en las poblaciones socialmente desfavorecidas mediante el análisis de los datos de la carga de hospitalización, de enfermedad severa y de mortalidad asociadas a la influenza A (H1N1)pdm09 entre las minorías étnicas y otras poblaciones desfavorecidas. El principal enfoque de la investigación fue dar respuesta a la pregunta ¨¿Qué evidencia explica que la carga del HINI se relacione con las desventajas sociales?” La revisión se realizó con el uso de estrategias estandarizadas de búsqueda de todos los artículos publicados afines y de las publicaciones no comerciales, con procesos de búsqueda dirigida en los países con ingresos bajos (LIC en inglés) y países con ingresos medios bajos (LMIC en inglés). Las poblaciones socialmente desfavorecidas abarcaron minorías étnicas, posición socioeconómica baja, grupos con acceso desigual o sin acceso alguno a la salud pública, y los países con bajos ingresos (LIC) y los de ingresos medios bajos (LMIC). Las minorías étnicas fueron clasificadas en razas no predominantes y poblaciones indígenas mientras que los LIC y los LMIB siguieron la clasificación de países del Banco Mundial (2). Los investigadores hallaron 62 estudios que cumplieron los criterios de selección; sin embargo, la mayoría se hicieron en países de altos ingresos (HIC en inglés) y tan solo 12 se realizaron en los LIC o los LMIC. Aunque los términos iniciales de la búsqueda fueron poblaciones socialmente desfavorecidas, los resultados tan solo se generalizaron en las minorías étnicas de los HIC. Se observó igual riesgo en los ingresos a la UCI y las muertes entre las minorías étnicas y las no étnicas.
Comentarios
La pandemia H1N1 estuvo vinculada a una alta carga de enfermedad en cuanto a hospitalización, enfermedad grave, ausentismo y costo (1). Constituyó la pandemia de influenza mas escudriñada de la historia y ha brindado la posibilidad de aprender mucho acerca de esta enfermedad. Si bien se admite hace tiempo y de forma extensiva que los individuos con condiciones médicas crónicas y las embarazadas corren un mayor riesgo de enfermedad severa, la pandemia trajo a la palestra dos grupos de riesgo subvalorados hasta ese momento: personas obesas y personas socialmente desfavorecidas (3). Las desigualdades étnicas y raciales en lo que respecta a la morbilidad y a la mortalidad se han identificado como elementos que apuntan hacia un riesgo elevado de contraer diversas infecciones y enfermedades crónicas tales como asma, diabetes, neumonía e influenza estacional (4,5). Las razones para este riesgo mayor relacionado con la influenza no están aclaradas y probablemente sean multifactoriales. Las explicaciones potenciales de esta relación pueden abarcar el acceso restringido a los servicios de salud, una mayor prevalencia de enfermedad crónica subyacente, menores índices de vacunación anual contra la influenza y mayores obstáculos de tipo socioeconómico, cultural, educacional y lingüístico que impidan la adopción de intervenciones de salud pública.(3,5). El Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre Inmunizaciones de la OMS (SAGE) ha mencionado en su última revisión de la vacunación contra la influenza estacional que las poblaciones indígenas deben ser una prioridad en los planes de vacunación (9).
Referencias bibliográficas
1) Tricco A, Lillie E, Soobiah C, Perrier L, Straus SE. Impact of H1N1 on Socially Disadvantaged Populations: Systematic Review. PLos ONE. 2012;7(6):e39437.
2) World Bank (2011) World Bank Classification. Available: http://data.worldbank.org/about/country-classification/country_and_lending_groups. Accessed Sept 14, 2011.
3) Quinn SC, Kumar S, Freimuth VS, Musa D, Casteneda-Angarita N, Kidwell K. Racial Disparities in Exposure, Susceptibility, and Access to Health Care in the US H1N1 Influenza Pandemic. Am J Public Health. 2011;101(2):285-293.
4) Dee LD, Bensyl DM, Gindler J, Truman BI, Allen BG, D’Mello T, et al. Racial and Ethnic Disparities in Hospitalizations and Deaths Associated with 2009 Pandemic Influenza A (H1N1) Virus Infections in the United States. Ann Epidemiol. 2011;21:623-630.
5) Hutchins SS, Fiscella K, Levine RS, Ompad DC, McDonald M. Protection of Racial/Ethnic Minority Populations During and Influenza Pandemic. Am J Public Health. 2009;99:S261-270.
6) Gonzalez-Candelas F, Astray J, Alonso J, Castro A, Canton R, Galan JC, et al. Sociodemographic Factors and Clinical Conditions Associated to Hospitalization in Influenza A(H1N1) 2009 Virus Infected Patients in Spain, 2009-2010. PLos ONE. 2012;7(3):e33139.
7) La Ruche G, Tarantola A, Barboza P, Vaillant L, Gueguen J, Gastellu-Etchegorry M. The 2009 Pandemic H1N1 Influenza and Indigenous Populations of the Americas and the Pacific. Euro Surveill. 2009,14(42):pii=19366
8) Verrall A, Norton K, Rooker S, Dee S, Olsen L, Tan CE, et al. Hospitalizations for Pandemic (H1N1) 2009 among Maori and Pacific Islanders, New Zealand. Emerging Infectious Diseases. 2010;16(1):100-102.
9) Meeting of the Strategic Advisory Group of Experts on immunization, April 2012 – conclusion and recommendations, Weekly epidemiological record, No. 21, 2012, 87, 201–216
Publicado: nov 6th, 2012.