Cooperación México-Estados Unidos, clave para enfrentar la influenza
México, mayo 20/2009 (Notimex)
México y Estados Unidos demostraron que la cooperación y el trabajo conjunto en todas las áreas fueron la clave para enfrentar con éxito la influenza A(H1N1), aseguró la encargada de negocios de la embajada estadounidense, Leslie Bassett.
En entrevista con Notimex, la encargada de la embajada de Estados Unidos en México reconoció el esfuerzo y trabajo desarrollado por las autoridades mexicanas y el intercambio de información que llevó a tomar “decisiones basadas en criterios científicos”. Acompañada por los especialistas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Jay McAuliffe y Eduardo Azziz-Baumgertner, la diplomática señaló la importancia de compartir información.
Recordó que la región norteamericana ya tenía preestablecido un plan para responder a una eventual pandemia, específicamente de influenza, lo que permitió una respuesta pronta, eficiente y, sobre todo, informada frente al brote.
Al respecto, Jay McAuliffe, quien forma parte del segundo grupo de especialistas de los CDC que se ha trasladado a México desde el inicio de la epidemia, ponderó el compromiso del gobierno mexicano de compartir la información “para el bien de la humanidad”. Recordó que con base en el plan antipandémico establecido entre México, Estados Unidos y Canadá, se tomaron decisiones difíciles pero adecuadas frente a un virus del que “todavía tenemos mucho que aprender”.
A su vez, Eduardo Azziz-Baumgertner, representante de los CDC en Bangladesh, quien viajó a México para reforzar al equipo de 40 especialistas que han venido por este brote, confió en que sí se pueda desarrollar una vacuna en algunos meses. Sin embargo dijo que aún no sabemos cómo se comportará el virus, porque tiene una gran capacidad de mutación, el hecho de que México haya entregado la información sobre esta cepa a la Organización Mundial de la Salud contribuirá a desarrollar la vacuna.
Explicó que la OMS cuenta con el apoyo de varios centros de investigación en el mundo, entre ellos uno de los CDC especializado en influenza, que con la valiosa información generosamente entregada por México pronto podrán desarrollar la vacuna.
Azziz-Baumgertner reconoció el gran nivel de los especialistas médicos mexicanos que han trabajado en las áreas epidemiológica, clínica y de investigación a lo largo de este proceso.
Para ellos Leslie Bassett tuvo también palabras de reconocimiento, pues “han trabajado sin descanso, con absoluto profesionalismo e incluso sacrificio personal” desde que inició la epidemia en abril.
Comentó que si bien algunos especialistas de los CDC llegaron a México a partir del día 25 de abril, es decir, apenas a dos días de que se anunciara la presencia del virus, algunos llegaron después en lo que llamó la “segunda ola”.
Por su parte, Jay McAuliffe subrayó el nivel de colaboración y la calidad de los investigadores mexicanos, y dijo que este jueves especialistas de los CDC y del Instituto Nacional de Salud Pública, con sede en Cuernavaca, comenzarán una investigación de campo.
Explicó que se trata de visitar comunidades y conocer más datos sobre la propagación de la enfermedad, con base en un cuestionario elaborado por científicos de ambas instituciones.
En varias ocasiones anteriores ese instituto ha realizado trabajos conjuntos con los CDC para conocer distintos aspectos de salud pública, con óptimos resultados, recordó.
Los especialistas dijeron que trabajan “muy a gusto” con sus colegas mexicanos, quienes también formaron parte del equipo que diseñó el plan antipandémico aplicado en esta ocasión.
Explicó que el plan incluye medidas similares para Estados Unidos, México y Canadá, pero aquí parecieron más drásticas porque incluyeron a sectores más amplios de población, debido a la zona geográfica donde brotó el virus en primera instancia.
Sostuvo que el plan incluye una fase de contención (en comunidades más pequeñas, como algunas escuelas específicas, empresas u oficinas) y, cuando ya la contención no es posible, se aplica una fase de mitigación.
En el caso mexicano se aplicó la mitigación, mientras que en Estados Unidos fue la contención (como las escuelas en Nueva York), porque el número de casos así lo ameritó.
Aún así, subrayó que la experiencia mexicana debe servir como modelo a otros países de cómo aplicar las medidas que, por lo demás, forman parte de planes ya estructurados en diversas partes del mundo, con base en los lineamientos de la OMS.
Desde el punto de vista médico dijo que el cierre de la frontera no se recomendó, porque para el momento en que se detectó el virus ya hubiera sido inútil.
En este punto Bassett recordó que la frontera común incluye más de un millón de cruces diarios, pero al mismo tiempo alrededor de 70 vuelos comerciales llegan de México a Estados Unidos cada día, por lo que el cierre de la frontera hubiera resultado inoperante.
La encargada de negocios de la embajada estadounidense sostuvo que al paso de los días se ha comprendido que este es un problema global, del que no se puede culpar a México sino, por el contrario.
Publicado: may 21st, 2009.