Traducción de Editorial publicado por The Lancet 29 de abril de 2009
¿Influenza porcina: cuanto de amenaza global?
Publicado el 29 de abril de 2009 por la revista The Lancet. Traducción no oficial. Infomed. 29 abril de 2009
http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(09)60826-6/fulltext?_eventId=login
Originalmente publicado como Gripe Porcina: No se puede ignorar la responsabilidad de cada persona en http://www.eurekalert.org/pub_releases/2009-04/l-sfr042809.php
El 27 de abril de 2009, la OMS elevó el nivel de alerta de pandemia de la fase 3 a la fase 4 una vez que casos humanos de un virus de influenza A porcina se diseminó por el mundo de su origen en México. La preocupación alrededor del virus – un híbrido de influenza humana, de cerdo y de ave- comenzó a elevarse internacionalmente la semana pasada tras el incremento de enfermedades de tipo influenza en México y otros países. Para el 28 de abril, según la OMS, México tenía 26 casos confirmados en humanos de influenza porcina A (H1N1) con 7 muertes confirmadas. Los EEUU habían confirmado 40 casos sin muertes. Además se confirmaron casos en Canadá, el Reino Unido, España, Nueva Zelanda e Israel.
La influenza porcina es una enfermedad respiratoria porcina que raramente afecta a los humanos. Entre diciembre de 2005 y febrero de 2009, los EEUU tuvieron 12 casos de infección humana con influenza porcina. La epidemia en México podría haber comenzado tan tempranamente como el 18 de marzo cuando las autoridades comenzaron a detectar un brote de enfermedades del tipo influenza en el país. Las autoridades de salud inicialmente pensaron que estaban ante casos estacionales. Pero, el 21 de abril, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU reportaron 2 casos aislados de una nueva influenza porcina en California. El 24 de abril, México anunció que el mismo virus había sido detectado en la epidemia de ese país de enfermedades de tipo influenza.
El gobierno mexicano ha sido rápido en implementar medidas de salud pública para tratar de contener la epidemia. El 24 de abril, las escuelas, museos, bibliotecas y teatros fueron cerrados en la capital. Se distribuyeron 6 millones de máscaras al público junto a orientaciones de salud para prevenir la extensión de la infección. Se cancelaron los eventos públicos. Mientras tanto, los EEUU declararon una emergencia pública en salud y prepararon 12 millones de dosis de oseltamivir para ser enviada a los estados desde las reservas estatales (el nuevo virus ha sido probado como sensitivo al oseltamivir y el zanamivir). A nivel global, el 24 de abril, la OMS activó su oficina de respuesta de 24 horas para emergencias, que permite a las agencia estar en contacto simultáneamente con países, instituciones, socios, y autoridades relevantes de salud alrededor del mundo para coordinar la respuesta. La agencia también convocó un comité de emergencia para asesorar al Director General sobre la epidemia.
La segunda reunión de ese comité recomendó elevar la alerta de pandemia de influenza después que el patrón epidemiológico de la epidemia sugirió que la trasmisión humano a humano estaba ocurriendo con la capacidad de causar epidemias a nivel comunitario. El mundo se ha acercado a la pandemia, pero no es aun inevitable. Crucialmente, la contención de la epidemia deja de ser viable y los países deben prepararse para mitigar los efectos del virus en sus poblaciones.
En los últimos 5 años, la comunidad internacional se ha estado preparando para una pandemia de influenza en respuesta al reto impuesto por la influenza aviar H5N1. Las respuestas nacionales y regionales a este reto han sido variadas. La transparencia y la comunicación continua entre la OMS, los gobiernos, autoridades de salud, el público, y los medios, será crítica en la medida que la situación con la influenza porcina evolucione.
Algunos países están más preparados que otros para esta tarea. De particular preocupación es la capacidad de los países de bajos y medianos ingresos para detectar y mitigar los efectos de este nuevo virus en sus poblaciones. La Historia ha mostrado que los países en desarrollo son afectados de manera desproporcionada por la pandemia de influenza. En un número de The Lancet en el año 2006, por ejemplo, Christopher Murray y unos colegas usaron datos de la pandemia de influenza española de 1918 para predecir que la próxima pandemia de influenza podría matar a 62 millones de personas, 96% de esas muertes ocurrirían en lugares de ingresos bajos y medianos. Las poblaciones desplazadas, tales como los refugiados, están especialmente en riesgo.
El público debe esperar más muertes de esta epidemia de influenza porcina. The Lancet espera un incremento del número de infectados y la expansión de extensión de la infección. Sin embargo, todas las recomendaciones hechas hasta ahora deben ser vistas como provisionales. Estamos pasando a través de un período inestable de la evolución de esta epidemia. Cada persona tiene un papel que jugar para limitar el riesgo de una pandemia de gran escala. Se necesita vigilancia en lugar de alarma y estar listos para auto aislarse en la casa si una enfermedad del tipo influenza se desarrolla. Tal aislamiento en casa, combinado con otras medidas de distanciamiento social, puedan parar en alguna medida la difusión de la influenza porcina. Estas acciones pueden ahorrar el suficiente tiempo para incrementar disposición de antivirales y desarrollar una vacuna contra el virus, que inevitablemente toma meses en lugar de días de preparación y distribución. Mientras, las respuestas rápidas de los gobiernos y las agencias internacionales han desencadenado mecanismos efectivos para proteger al público. Pero el papel vital y la responsabilidad del individuo no deben ser ignorados.
Publicado: abr 30th, 2009.