El 17 de octubre de 2014, Fidel expresó la verdad esencial que deben conocer amigos y enemigos sobre la cooperación y la solidaridad médica cubana con los países del mundo, y por una casualidad histórica la declaró el mismo día con una diferencia de dos años y en una fecha en que se cumplían respectivamente 50 y 52 años de un acontecimiento tan trascendente como la Crisis de Octubre de 1962, durante la cual el gobierno estadounidense estableció el bloqueo naval y amenazó a Cuba con un demoledor ataque nuclear, sin razón legítima alguna a la luz del derecho internacional, en relación con el asunto en disputa con Cuba y la Unión Soviética.
Estas son las ideas meridianas de Fidel que debían inscribirse en todas partes donde exista uno o muchos colaboradores cubanos: “El personal médico que marcha a cualquier punto para salvar vidas, aun a riesgo de perder la suya, es el mayor ejemplo de solidaridad que puede ofrecer el ser humano, sobre todo cuando no está movido por interés material alguno”.
Por: Profesor. DrCs. Wilkie Delgado Correa
Se cumple el 93 aniversario del natalicio de Fidel y su recuerdo siempre presente nos llega con la misma fuerza y lozanía de aquel lejano 13 de agosto de 1926 en que lanzó su primer grito al venir al mundo en un lugar llamado Birán, que años después, a los 80 años de edad, Fidel contaba de esta manera: “Yo nací en una finca. Hacia el centro norte de la antigua provincia de Oriente, no lejos de la bahía de Nipe, y cerca del central azucarero de Marcané…” “donde vivíamos no había pueblo, sino algunas instalaciones. Era lo que mejor pudiera llamarse un batey”. “Mi casa se inspiraba en aquella arquitectura de Galicia porque estaba edificada sobre pilotes”.
Es posible que nunca sepamos cuáles fueron los momentos íntimos y familiares en los que realmente pudo recordar, o quizás celebrar, durante su agitada vida, algún que otro de sus aniversarios. Sin embargo, trataré de exponer aquellos más significativos que fueron hitos ya por confesiones propias o por los acontecimientos ocurridos alrededor de la fecha.
Los jóvenes de mi generación crecimos admirando al Che, soñando ser como él. El Che, médico, internacionalista y humanista de una forma que solo puede comprenderse íntegramente a través de sus actos. Vivimos siguiendo su ejemplo y su fidelidad al postulado de Martí de estar, como el verdadero hombre, no del lado en que se vive mejor, sino del lado del deber. Fue el propio Fidel quien nos lo pidió, una noche de octubre de 1967, mientras nos hablaba de la extraordinaria personalidad del guerrillero heroico, que reunía al hombre de ideas y al hombre de acción.
Crecimos además siendo martianos: un legado generacional que está impreso en la sangre de todos los cubanos y en las raíces de nuestra nacionalidad. Con su ejemplo, el mismo Fidel que no permitió que el apóstol muriera en el año de su centenario nos enseñó cómo honrar cada día el principio del maestro de que “la Patria es ara, no pedestal”.
Con él, con nuestro Fidel, aprendimos también a creer en el hombre nuevo latinoamericano, que no es otro que cada uno de nosotros. Que la educación y la dedicación a una obra, en un medio favorable, logran transformar a cualquiera y convertirlo en una mejor persona. Que la ciencia y la técnica son la base del desarrollo y que la teoría es imprescindible, pero que no hay aprendizaje mejor que ponerse a hacer las cosas. Que ganando los corazones de muchos se puede incluso quemar etapas y que solo esperar a que las condiciones maduren es puro inmovilismo. Ver más…
Con motivo de celebrarse hoy 17 de noviembre, el Día Internacional del Estudiante, recordamos el Mensaje que nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, dedicara a los estudiantes cubanos en similar fecha, pero del año 2010. Destacamos algunos de los fragmentos más relevantes de su intervención:
“…el país tendrá mucho más pero no será jamás una sociedad de consumo, será una sociedad de conocimientos, de cultura, del más extraordinario desarrollo humano que pueda concebirse, desarrollo de la cultura, del arte, de la ciencia […] con una plenitud de libertad que nadie puede cortar. Eso lo sabemos, no hay ni que proclamarlo, aunque sí recordarlo.”
“En aquella universidad, para estudiar medicina había una sola facultad y un solo hospital docente, y muchos obtenían premios, primer premio en medicina, y algunos, incluso, de cirugía sin haber operado nunca a nadie.”
“Algunos lo lograban […] Así surgieron buenos médicos, no una masa de buenos médicos -sí había una masa de médicos […] que estaban sin empleo, y cuando la Revolución triunfa se marchan precisamente a Estados Unidos, y quedaron la mitad, 3 000, y el 25% de los profesores. De ahí partimos hacia el país de hoy, que se yergue ya casi como capital de la medicina mundial.”
“…el país […] tiene ya más de 70 000 médicos.”

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Fuente: Infomed. 25/09/2017