Cuba muestra un enorme compromiso con la salud de la infancia, aun en los momentos más complicados para la nación, una tarea que ha requerido y exige de mucho esfuerzo, sacrificio, entrega y compromiso de miles de profesionales, quienes laboran en los servicios de atención materno-infantil del país y enfrentan con entereza cualquier dificultad o contratiempo.
De ahí que en la Isla sea bajo el riesgo de morir durante el primer año de vida. En ello va el empeño de todo un equipo multidisciplinario capaz de afrontar los más grandes retos, gracias a la voluntad política de nuestro Gobierno.
Datos preliminares ofrecidos por la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud, refieren que en el año recién concluido nacieron en Cuba
109 707 niños, 6 626 menos con relación al año precedente, con una tasa de mortalidad infantil de 5.0 fallecidos por cada mil nacidos vivos.
Celebramos hoy el aniversario 60 de la formulación por Fidel Castro de su visión estratégica : “El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento”. Y esta es una celebración de todos los cubanos, no solamente de los científicos, ya que la construcción de ese futuro ha implicado e implica un fenómeno muy abarcador que incluye la asimilación creativa de los saberes producidos en el mundo, la educación científica de las nuevas generaciones (que reclamaron desde el siglo XIX Félix Varela y José Martí), el desarrollo de tecnologías, la innovación en nuestros procesos de producción, servicios, y gestión empresarial, y el surgimiento de una cultura masiva de objetividad y racionalidad, que nos conduce a la participación de todos en la construcción de conocimiento verificable, y en su aplicación al mejoramiento continuo de la vida material y espiritual. Todos debemos ser “hombres de pensamiento”. Tomado de Cubadebate 15 de enero 2020. (leer artículo completo)