El asma constituye hoy un problema de salud importante en Cuba donde una de cada dos personas padece esta enfermedad crónica, frecuente en niños y adolescentes fundamentalmente. En entrevista con Prensa Latina, la presidenta del Comité Organizador del X Congreso Nacional de Alergología, Cuba Alergia 2019, Mirta Álvarez, aseguró que es una enfermedad frecuente que continúa siendo difícil de diagnosticar, sobre todo en la primera infancia.
Álvarez destacó además que este padecimiento se caracteriza por una obstrucción bronquial del flujo aéreo, generalmente por un proceso inflamatorio alérgico, en el que los alérgenos inhalantes como el ácaro del polvo doméstico, los hongos del ambiente (anemófilos) y los alérgenos alimentarios podrían estar entre las causas más frecuentes en los pacientes sensibilizados.
En la tarde del pasado siete de octubre, una bebé de un año de vida llegó al Hospital Pediátrico de Centro Habana. Fue ingresada de inmediato. Apenas unas horas antes había recibido la vacuna triple viral PRS en el Policlínico Betancourt Neninger, del municipio de Habana del Este.
Desde entonces, el doctor Roberto Álvarez Fumero graba en su memoria cada uno de los minutos transcurridos hasta hoy. “La primera paciente presentaba fiebre, vómitos, aumento de volumen en la zona donde se le puso la vacuna y un cuadro de shock tóxico. Requirió medidas de cuidados intensivos”, cuenta el reconocido pediatra cubano. Leer más…
Cuando en mayo de 1974, en la Asamblea Mundial de la Salud, se establecía el Programa Ampliado Global de Inmunización y se recomendaba su adopción por parte de los países, con el estrecho acompañamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una pequeña Isla del Caribe, más de diez años antes, ya defendía la mejor de las premisas en las ciencias médicas: la prevención.
El año 1962 y la campaña de inmunización contra la poliomielitis marcaron el inicio de un largo camino hacia la transformación decisiva del cuadro de morbilidad y mortalidad del país, reduciendo el número de enfermos y fallecidos por padecimientos absolutamente prevenibles, para mejorar los indicadores de salud de la población cubana.
Nacía así, junto a la batalla campal contra una enfermedad ancestral como la poliomielitis, que tanta muerte y sufrimiento causó a familias enteras, el Programa Nacional de Inmunización (PNI).
La obesidad constituye hoy un facto predominante a nivel mundial y en el caso de Cuba se ha convertido en un problema de salud para el 42 % de la población, explicó la Dra. Lilian Valdivia García, jefa del grupo de apoyo nutricional del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso de la capital cubana a Cubadebate.
De esa cifra, lo más alarmante resulta que el 13% de ese total son niños, por lo que están expuestos a padecer graves enfermedades, las cuales afectan el desarrollo psicológico, físico y social adecuado de los menores.
Según explica el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en el folleto “Manejo práctico del sobrepeso y la obesidad en niños y niñas,” la prevalencia del sobrepeso y obesidad en preescolares cubanos está aumentando progresivamente y constituye una de las principales enfermedades no declarables, a ello se une que resulta uno de los padecimientos más difíciles de tratar.
El cáncer de hígado en Cuba representa el 8% de la incidencia y el 12% de la mortalidad por cáncer. CA_HIGADO_RCCUBA
“Uno de cada cinco hombres muere antes de los 50 años muchas de las principales causas de muerte en las Américas, incluidas las enfermedades cardíacas, la violencia interpersonal y los siniestros viales, están directamente relacionados con comportamientos “machistas” construidos socialmente”, destaca un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lanzado en vísperas del Día Internacional del Hombre (19 de noviembre).
El recién publicado documento, bajo el título “Masculinidades y salud en la Región de las Américas”, subraya además que ellos viven casi 6 años menos que sus pares femeninos, y eso está directamente vinculado a las expectativas sociales que contribuyen a los comportamientos de búsqueda de riesgos.
Ser proveedores de sus familias, ser sexualmente dominantes y evitar discutir sus emociones o buscar ayuda -comportamientos comúnmente conocidos como “masculinidad tóxica”-, contribuyen a tasas más altas de suicidio, homicidio, adicciones y accidentes de tránsito, así como de enfermedades no transmisibles, sostiene el documento.
Tales roles, normas y prácticas de género impuestos socialmente a los hombres, de acuerdo con OPS, refuerzan la falta de autocuidado y el abandono de su propia salud física y mental.
Tomado de cubadebate 19 noviembre 2019 (leer artículo completo)