Evento asociado a la inmunización con PRS en Cuba: Las vacunas no son el problema
En la tarde del pasado siete de octubre, una bebé de un año de vida llegó al Hospital Pediátrico de Centro Habana. Fue ingresada de inmediato. Apenas unas horas antes había recibido la vacuna triple viral PRS en el Policlínico Betancourt Neninger, del municipio de Habana del Este.
Desde entonces, el doctor Roberto Álvarez Fumero graba en su memoria cada uno de los minutos transcurridos hasta hoy. “La primera paciente presentaba fiebre, vómitos, aumento de volumen en la zona donde se le puso la vacuna y un cuadro de shock tóxico. Requirió medidas de cuidados intensivos”, cuenta el reconocido pediatra cubano.
Ese mismo día, al oscurecer, otra niña era remitida desde el Hospital Militar Central Luis Díaz Soto hacia el pediátrico Marfán Borrás, en el Vedado capitalino. “Paloma Domínguez Caballero tenía un cuadro de fiebre y vómitos asociados a haberse vacunado en la mañana en el mismo policlínico de Alamar”, confirma el también jefe del departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
El estado de gravedad de las niñas movilizó al equipo de profesionales y directivos de ambas instituciones pediátricas de La Habana. Esa misma noche se creaba, en la sede del MINSAP, una comisión ministerial para investigar por qué dos bebés presentaban un evento de reacción severa a la inmunización con PRS, una vacuna que debía protegerlas contra la parotiditis, la rubéola y el sarampión. Tres enfermedades que en Cuba están eliminadas. (ver artículo completo)
Tomado de Cubadebate.
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