Medicina social
Acuso recibo de la Revista. Aunque tengo muy poco tiempo, me parecen muy interesantes los temas y trataré de darles una leída.
Tengo otra curiosidad: ¿Cómo pueden imprimirse 6,300 ejemplares de una revista especializada, cuando ni siquiera hay esa cantidad de médicos en Cuba?
Me salta una duda que lleva a mi ánimo a los umbrales de una sicosis neuro-económica: ¿Estarán las ratas usando las revistas para profundizar sus conocimientos psiquiátricos o templar sus estómagos; o tal vez cada enfermo tenga en su cabecera un tomo de la publicación?
En todo caso hay 3,000 ejemplares de más en el número de la tirada; te ruego que pienses sobre esto.
En serio, la revista está buena, la tirada es intolerable. Créemelo porque los locos dicen siempre la verdad.
Revolucionariamente.
Me da la impresión de que se está pensando en hacer la letrina como una cosa fundamental. Eso mejora las condiciones sociales del pobre indio, del pobre negro, del pobre individuo que yace en una condición subhumana; “vamos a hacerle letrina y entonces, después que le hagamos letrinas, y después que su educación le haya permitido mantenerla limpia, entonces podrá gozar de los beneficios de la producción”. Porque es de hacer notar, señores delegados, que el tema de la industrialización no figura en el análisis de los señores técnicos.
Para los señores técnicos, planificar es planificar la letrina. Lo demás, ¡quién sabe cuándo se hará!
Si me permite el señor Presidente, lamentaré profundamente, en nombre de la delegación cubana, haber perdido los servicios de un técnico tan eficiente como el que dirigió este primer grupo, el Dr. Felipe Pazos. Con su inteligencia y su capacidad de trabajo, y nuestra actividad revolucionaria, en dos años Cuba sería el paraíso de la letrina, aun cuando no tuviéramos ni una de las 250 fábricas que estamos empezando a construir, aun cuando no hubiéramos hecho Reforma Agraria.