Diabetes mellitus: enfermedad del siglo XXI
La diabetes mellitus se ha convertido en un verdadero desafío a la calidad y expectativa de vida de la población mundial, del cual no escapa prácticamente ningún país, en este mundo convulso y globalizado en que nos ha tocado vivir. En el año 2012, según estimados de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existían en todo el orbe 371 millones de personas con diabetes, y de acuerdo con los cálculos de esta organización, se debe alcanzar la cifra de 551,8 millones de diabéticos para 2030, lo cual representa un incremento en 20 años del 50,6 %.
Esta enfermedad es reconocida mundialmente como una verdadera epidemia, pero a principios del siglo XX era un síndrome poco frecuente. En los inicios del siglo XXI la cifra de personas con esta enfermedad es impresionante y se estima que afecta entre 60 y 165 millones de personas en el mundo. Su importante connotación mundial es evidente, si se tiene en consideración que en el año 1994 existían 100 millones de personas con esta enfermedad, 165 millones en el año 2000 y que se pronostican 300 millones para el 2025.
La diabetes mellitus constituye la tercera causa de muerte, después del cáncer y del infarto del miocardio. Por las razones antes expuestas, desde 1989, la 42 sesión de la Asamblea Mundial de la Salud adoptó por unanimidad una resolución con la cual hizo un llamado a todos sus miembros a señalar la importancia de esta enfermedad e implantar medidas de prevención y control, que disminuyan la repercusión de sus complicaciones y los altos costos en salud que acarrea.
Su repercusión socioeconómica en cualquier país es muy importante. Es una afección costosa, de gran impacto, que afecta la salud y el bienestar social de las personas que la padecen por las siguientes razones: mortalidad temprana, invalidez laboral y costos generados por sus complicaciones y tratamiento, que se concentran sobre todo en gastos de hospitalización.
La diabetes mellitus cumple dos premisas que la hacen económicamente preocupante: es muy frecuente y continúa con un crecimiento relevante en todos los países del mundo.
Este padecimiento responde al prototipo de enfermedad crónica de alta prevalencia, que precisa de cuidados sanitarios continuados durante toda la vida. En este sentido, se debe hacer énfasis en la necesidad de establecer planes para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, en particular, de sus complicaciones (ceguera, insuficiencia renal, amputaciones y enfermedad coronaria, entre otras).
Los principales factores impulsores de la epidemia mundial de diabetes mellitus incluyen: sobrepeso y obesidad, estilo de vida sedentario y un mayor consumo de dietas poco saludables que contienen altos niveles de carnes rojas y carnes procesadas, granos refinados y bebidas azucaradas.
Dada su influencia global, es esencial romper el círculo vicioso de la diabetes mellitus engendrando más diabetes mellitus durante generaciones, mediante la implementación de estrategias efectivas para prevenir la diabetes mellitus gestacional.
Fuentes: