El sistema de salud ha sufrido mucho por la inseguridad, particularmente en las regiones más afectadas, con 3 trabajadores de la salud asesinados y otro heridos durante ataques armados en enero de 2020. El Ministerio de Salud ha informado que 96 establecimientos de salud, que representan el 8,4% de los establecimientos de salud en 6 regiones afectadas por la inseguridad están cerrados, privando a más de 1.2 millones de personas de salud. Otros 140 (12%) establecimientos de salud redujeron sus servicios al mínimo como resultado de la inseguridad.

Burkina Faso también enfrenta amenazas de salud pública por enfermedades propensas a epidemias, particularmente sarampión y meningitis, para las cuales la habitual temporada de brotes es de enero a abril. El riesgo de cólera permanece alto en el contexto de desplazamiento de la población, viviendas inadecuadas y mala higiene. La mortalidad más alta registrada es la de malaria. En la semana 2 de 2020 (que finalizó el 11 de enero de 2020), las siguientes enfermedades fueron reportadas en las 5 regiones más afectadas: meningitis 10 casos, sarampión 17 casos, dengue 51 casos sospechosos y 20 probables. Para las primeras 2 semanas epidemiológicas de 2020, las 5 regiones informaron un total de 15 casos sospechosos de meningitis y 22 casos sospechosos de sarampión.

Los umbrales de desnutrición son alarmantes en las regiones que albergan desplazados internos, a saber, Barsalogho, Djibo, Matiacoali, Arbinda y Titao. La encuesta realizada a finales de 2019 informa una prevalencia global de la desnutrición aguda (GAM, por sus siglas en inglés) entre niños de 6 a 59 meses de edad con más del 10%, superando el umbral de alerta. Entre embarazadas y mujeres lactando, la prevalencia de GAM excede la alerta o umbral crítico en Kaya (13.9%), Matiacoali (14%) y Barsalogho (15,3%).

Fuente: Organización Mundial de la Salud