Cólera en Tanzania

El brote de cólera en la parte continental de Tanzania continúa. Desde el último informe el 25 de mayo de 2018, un total de 636 casos adicionales y 13 muertes han sido reportados. En la semana 25 (que finalizó el 24 de junio de 2018), 115 nuevos supuestos casos de cólera y tres muertes (tasa de letalidad del 2,6%) se informaron, en comparación con 88 casos y dos muertes informados en la semana 24. El distrito Ngorngoro, en la región de Arusha, informó 77 casos y dos muertes mientras que el distrito Sumbawanga, en la región de Rukwa, informó 38 casos y una muerte.

Desde el 1 de enero hasta el 24 de junio de 2018, ha habido 2741 casos, con 57 muertes (tasa de letalidad 2.1%), en Tanzania continental. Zanzíbar continúa reportando cero casos. En general, los casos de cólera han aumentado y casi se han duplicado de enero a junio de 2018 (2740 casos) en comparación con el mismo período en 2017 (1471 casos). Las muertes por cólera también aumentaron un 113% de enero a mayo 2018 (51 muertes), en comparación con el mismo período en 2017 (24 muertes).

En las últimas cuatro semanas, la Region Rukwa ha reportado 231 casos (58.3%) de 396 y La Región Arusha ha reportado 165 (41.7%). La demora en el reporte de casos ha llevado a una acumulación de casos reportados en todas las regiones informantes.

Las seis zonas en Tanzania, excepto Lake Zone, han informado al menos un caso de cólera en 2018. Además, en al menos 18 distritos se han informado al menos un caso y los factores de riesgo del aumento de casos de cólera persiste en todo el país.

Interpretación de la situación

El continuo brote de cólera en Tanzania continental es motivo de gran preocupación, en particular porque parece que las estructuras de notificación en los distritos afectados siguen siendo inadecuadas, lo que tendrá un efecto grave en la vigilancia, la gestión de casos y el rastreo de contactos. Hasta la fecha, parece que se necesita mucho trabajo para identificar las lagunas en las actividades de prevención y respuesta, que deben abordarse urgentemente. Los actores nacionales e internacionales deben proporcionar una intervención urgente para prevenir aún más extensión geográfica de la enfermedad.

Fuente: Organización Mundial de la Salud