Pastillas 3D
Hay muchos pacientes que toman 5-10 pastillas al día, generalmente gente mayor, con patologías que exigen un control preciso de las dosis. Las impresoras 3D permiten la creación de pastillas personalizadas en las que combinar varios tipos de principios activos. Se podría acabar el “me tomo media pastilla de la roja, un cuarto de la amarilla y dos de las verdes”, pudiendo reducir todo esto a un único comprimido personalizado en cada toma. Esto evitaría olvidos y dosis incorrectas.
También serviría para crear pastillas personalizadas para niños, minimizando que los mismos adquieran el rol de enfermo: dar píldoras con formas divertidas podría hacer más fácil tratar a niños con problemas crónicos.
El problema que ha tenido esta técnica ha sido que las impresoras 3D trabajan mediante moldeado por calor, siendo incompatibles con el uso de medicamentos debido a que estos perdían sus características farmacológicas con las altas temperaturas.
Esto se ha solucionado con el uso de la técnica estereolitográfica, en la que los materiales utilizados como vehículo de los principios activos son fotopolimerizables. Esto significa que, aplicando luz ultravioleta, conseguimos que el material solidifique, salvaguardando las propiedades de los compuestos medicamentosos.
Curiosamente esta técnica es la más antigua en la realización de piezas 3D, pero no había sido usada antes para este propósito.
Si bien es muy prometedor, todavía queda bastante para ver el uso generalizado de las impresoras en este ámbito. Todavía no han sido aprobadas para su uso médico, y las pruebas con medicamentos se limitan a un número muy reducido de los mismos. Son necesarios estudios clínicos más amplios.
Tema: Noticias. Publicado el: jun 16th, 2016.
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