La optometría en Cuba

optometrista cubaEl 1° de marzo de 1930 se votó en el Congreso de la República de Cuba la ley que estableció la Escuela de Optometristas y Ópticos en la Universidad de La Habana, anexa a la Escuela de Medicina. Esta ley definió y reguló la profesión en lo que respecta a la comprobación de los vicios de refracción y a la venta de espejuelos y toda clase de material óptico. Es por eso que cada 1° de marzo celebramos el día dedicado a los especialistas de la optometría en Cuba.

Al triunfo de la Revolución cubana se produjeron enfrentamientos entre los oftalmólogos de diferente posición ante los nuevos tiempos respecto a esta especialización.

Del 31 de enero al 6 de febrero de 1960 tuvo lugar el VI Congreso Panamericano de Oftalmología en Caracas, en el que participaron oftalmólogos cubanos. Los delegados por Cuba fueron: Dr. Manuel Iglesias Revuelta, Dr. Jaime Alemañy Matorell y Dr. Rolando Branly Grenet. También participó el Dr. Miguel Branly, en ese momento miembro de la Sociedad Panamericana, como Vicepresidente por Cuba, y el Dr. Oscar Horstmann como Tesorero para el área del Caribe.

En este Congreso el Dr. Branly planteó que el estudio de la refracción del ojo humano y el tratamiento de las ametropías era un acto propio de la profesión médica por lo que debía proscribirse realizar refracciones a personal no médico. El Dr. Benjamín Boyd le contestó, en nombre de la Asociación Panamericana de Oftalmología, que se aprobaba lo planteado.

El Dr. Jorge Alereguía Valdés Brito, Secretario del Colegio Médico Nacional, en documento firmado el 12 de mayo de 1960 avaló lo mismo y apoyó la supresión de la Escuela Anexa de Optometría de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana y la creación de la escuela de técnicos de óptica. El Dr. Armando Gutiérrez Valls, Secretario de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana, en carta del día 26 de abril de 1960 al Dr. Jaime Alemañy, le comunicó que la Escuela de Optometría seguiría perteneciendo como escuela anexa a la Facultad de Medicina, y que el estudio y la explotación de la refracción era un acto privativo y exclusivo de la profesión médica. La Escuela de Optometría de entonces, en su plan de estudio eliminaría la enseñanza clínica de la refracción ocular.

Los actuales optometristas seguirían con sus derechos adquiridos. En otra carta con fecha 19 de mayo de 1960, el Dr. Jorge Alereguía Valdés Brito, desde su cargo, no permitió la creación del Instituto de Optometría separado de la Facultad de Medicina.

Esta lucha, más de intereses económicos, nunca llegó a prosperar. Con la llegada de la Revolución, entendemos se hizo lo correcto: el optometrista podía realizar la refracción y muchas otras pruebas oftalmológicas, siempre bajo la tutela del oftalmólogo, que era al final quien interpretaba la refracción y prescribía el tratamiento o receta y/o conducta a seguir ante el paciente.

Fuente:

Rio Torres, M. (2014). Desarrollo de la Sociedad Cubana de Oftalmología de 1958 a 1964. Revista Cubana de Oftalmología, 27(3).