JANO.es y agencias ·
Un experto asegura que hasta la mitad de pacientes podría recurrir al trasplante parcial, una intervención mucho menos invasiva y con mejores resultados.
Hasta el 50% de los pacientes que se someten a una queratoplastia penetrante (trasplante de córnea completo) podría beneficiarse de un trasplante de endotelio corneal (trasplante parcial), una intervención “mucho menos invasiva, con mejores resultados visuales y con un menor riesgo de rechazo”, según el oftalmólogo de Vissum Corporación Oftalmológica, el doctor Francisco Arnalich.
El trasplante de córnea encabeza la lista de trasplantes de órganos en España, con cerca de 3.000 intervenciones anuales, muy por encima de los 2.000 riñones trasplantados o los más de 1.000 pacientes que recibieron un nuevo hígado durante el 2009, explicó Arnalich. A pesar de que el trasplante parcial sólo se hace en una decena de hospitales públicos en nuestro país, este experto asegura que “entre 1.000 y 1.200 personas podrían beneficiarse cada año de esta técnica”.
El trasplante del endotelio corneal es una técnica “compleja pero con excelentes resultados”, indicó el doctor Arnalich, y viene a resolver aquellas patologías en las que esta parte de la córnea (la más profunda y que equivale al 5-10% del total del órgano) no es capaz de bombear el agua fuera de la córnea, lo que provoca que se hinche y se vuelva opaca.
En este sentido, el perfil de paciente candidato a beneficiarse de esta técnica suele ser el de una persona de entre 70 y 80 años que ha tenido complicaciones con una operación de cataratas, personas con distrofia de Fuch (visión borrosa degenerativa) de entre 50 y 60 años, y pacientes con un defecto de la función del endotelio corneal, ya sea por un traumatismo quirúrgico, o por una distrofia corneal congénita o genética.
La tasa de éxito de la intervención es “relativamente alta”, señaló Arnalich. “Si se seleccionan los pacientes adecuadamente, sólo hay que reintervenir a un 5 o un 10 por ciento de los pacientes, y en muchos casos lo que se hace es volver a realizar otro trasplante endotelial, con lo que se resuelve el problema”.
Aptos para conducir
En cualquier caso, “lo mejor de esta técnica es que más de la mitad de los pacientes logran con ella agudezas visuales por encima del mínimo legal para conducir. No hablamos por tanto de conseguir visión suficiente para poder deambular y más o menos manejarse, sino de visiones aceptables incluso por la Dirección General de Tráfico (DGT)”, subrayó este especialista.
Por otra parte, “el período de recuperación pasa de los casi dos años del trasplante completo, a los menos de tres meses de máximo con el trasplante endotelial”, comentó. Además, “el índice de rechazo del órgano es mucho más bajo, ya que se trasplanta menor cantidad de tejido que con el trasplante completo; y menos agresivo, en la mayor parte de los casos las complicaciones se resuelven con un ciclo de corticoides”, añadió Arnalich.
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