Seguridad cardiovascular de los viejos y nuevos antihiperglucemiantes
Es un hecho bien reconocido que la diabetes mellitus ha prevalecido en varias regiones geográficas en las últimas décadas. Al mismo tiempo, se acepta que las formas más frecuentes de complicaciones están relacionadas con el daño micro-macrovascular asociadas al trastorno metabólico que la acompaña.
Un metanálisis de 102 estudios prospectivos, que involucró a unas 700 000 personas ha apoyado el criterio de que la diabetes mellitus aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares a nivel coronario y cerebral de una manera significativa.
En las últimas dos décadas se han venido incorporando un número creciente de fármacos con probado efecto antihiperglucemiante. Ninguno de ellos, a excepción de la metformina, había logrado un impacto relevante en la reducción de estos eventos macrovasculares.
Durante los períodos donde se detectan personas con disglucemia no diabética (prediabetes) no se ha demostrado que el uso de nuevas drogas como las glinidas (estudio NAVIGATOR) o los análogos de insulina de acción prolongada (estudio ORIGIN), tengan un impacto en la reducción del riesgo cardiovascular. En el estudio BARI 2D no se demostró algún beneficio en la supervivencia global o libre de eventos mayores cardiovasculares al comparar el uso de insulina o drogas que mejoran la sensibilidad a la insulina.
Revista Cubana de Medicina. 2017;56(2) Artículo de actualización
Emilio Buchaca Faxas, Lays Rodríguez Amador
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