Nuevos enfoques sobre la aplicación de vacunas orales contra el cólera
II. Aplicación de las vacunas contra el cólera en caso de desastres
Durante un desastre natural se elevan las tasas de mortalidad y morbilidad por diferentes causas, se modifica el ambiente natural, se deteriora la higiene, proliferan los vectores y los microorganismos que propician la aparición de epidemias. El desplazamiento de los grupos humanos a los refugios es un factor que afecta, en la mayoría de los casos de desastres graves (16).
Los desastres naturales favorecen la incidencia de las enfermedades diarreicas. La escasez del agua potable, la eliminación inapropiada de los desechos humanos y la contaminación de los alimentos, durante o después de su preparación, son factores de riesgo para la propagación de estas enfermedades, considerándose el cólera como un marcador de epidemia en estos casos (17).
A continuación se exponen una serie de razones por las cuáles, según la OMS, la vacunación masiva con VOC después de un desastre no debe realizarse:
. Vacunar contra el cólera no es una prioridad, pues la única vacuna precalificada (DUKORAL®) necesita la aplicación de más de una dosis.
. Se demuestra que cuando se mantienen las medidas de higiene en la manipulación de los alimentos y se hace una disposición adecuada de los desperdicios y las excretas se obtienen resultados superiores.
. Las campañas de vacunación masivas involucran mucho personal capacitado, el mismo que durante un desastre podría ayudar en otras actividades más necesarias en ese momento.
. Las medidas preventivas deben aplicarse en las zonas de desastre y los antibióticos se utilizan en forma racional en los albergues, ya que la mayoría de las diarreas son autolimitadas.
. Mantener la cadena de frío y la esterilidad para aplicar las vacunas resultaría una medida costosa y difícil de cumplir, lo que dejaría expuesta a la población a un riesgo de complicación por la vacunación.
. Lo más importante es que la población podría percibir de forma errónea una sensación de protección frente a las enfermedades, esto haría que se ignorasen o subestimasen las medidas de protección y control necesarias para mantener la salud después de un desastre.
Quizás no se puedan predecir los desastres naturales, pero en cambio sí se pudieran minimizarse los daños, tomando conciencia de los detalles siguientes:
. Mantener una buena cobertura de los calendarios de inmunización antes del desastre, ya que la vacunación masiva se justifica en las enfermedades con un riesgo de epidemias (18). Esto sólo sería justificable cuando al ejecutar las medidas sanitarias recomendadas, estas no surtan el efecto esperado y exista evidencia de un incremento de casos con riesgo de epidemia.
. Garantizar un buen sistema de almacenamiento y transporte de las vacunas, conservando las normas establecidas de la cadena de frío, tales como (18):
- Uso temporal de cajas frías (RCW42) para asegurar la conservación de las vacunas en las áreas afectadas y posibilidad de movilización de inmunobiológicos, siempre y cuando haya disponibilidad de hielo.
- Uso de refrigeradores fotovoltaicos para el almacenamiento de las vacunas y la producción de hielo, garantizando baterías suficientes.
- Iniciar la recuperación de la cadena de frío (compra de refrigeradores, termos, termómetros, entre otros).
Los requisitos para que una vacuna sea de utilidad en situación de desastre son:
. Poseer comprobada eficacia, alta seguridad y baja reactogenicidad.
. Ser de fácil aplicación (ej. dosis única).
. Dar una protección rápida y duradera para todas las edades.
. Que la disponibilidad de las vacunas sea suficiente para poder garantizar el suministro a toda la población en riesgo.
. Ser de bajo costo.
Ante la posibilidad de la ocurrencia de un brote epidémico de cualesquiera de las enfermedades prevenibles por vacunas, se debe hacer un análisis de las condiciones epidemiológicas de estas patologías antes del desastre, tomando en cuenta las características propias del país afectado, los lineamientos de las organizaciones internacionales y la cobertura de la aplicación de dichas vacunas (18).
dic 7th, 2010. En: Investigaciones.