El futuro de la pandemia visto por la bioquímica Silvia Gold: “Mucho de lo que aprendimos con dengue, creemos que es lo que hay que hacer con COVID-19″
Gold además es miembro de la alianza global Uniting to Combat cuyo objetivo es erradicar las enfermedades desatendidas en el mundo. Y desde hace pocas semanas integra el board de la Fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Kennedy School de Políticas públicas de la Universidad de Harvard. Es un placer entrevistar a Gold porque en cada respuesta destila docencia sobre el quehacer científico. Es una fervorosa militante de las alianzas público- privadas para promover la ciencia argentina y también una hacedora de iniciativas que doten de mejores condiciones de salud a las sociedades, y sobre todo a las poblaciones más vulnerables.
Un mundo en pandemia. Para Gold, para paliar al nuevo coronavirus hoy se manejan mucho mejor algunas cosas como el uso de antiinflamatorios, de la heparina de bajo peso molecular y se entendió mejor cómo administrar ese cuadro inflamatorio que se desencadena en algunos pacientes .
-Silvia, usted viviendo en Madrid es un fiel testimonio de que la pandemia no ha cesado, sino todo lo contrario. Esa ciudad vuelve a tomar medidas restrictivas ante la suba de los contagios. Mientras Argentina oscila entre el quinto y sexto puesto, entre los países del mundo con más casos de contagiados por millón de habitantes. ¿Cuál es su mirada sobre la salida de la pandemia?
-Silvia Gold: A nivel global llevamos más de seis meses de pandemia. Cuando ésta pandemia emergió, los primeros reactivos no funcionaban, las primeras conductas terapéuticas tampoco eran las mejores, los índices de mortalidad eran muy altos, y tenían que ver con una enfermedad desconocida y con los sistemas de salud colapsados. Y además en un principio atacó a una franja etaria determinada y vulnerable de la población (los adultos mayores, de más de 70 años). Hoy, definitivamente la mortalidad bajó. La pandemia por COVID-19 ha transformado el mundo de un modo tan profundo que todo tendrá que ser repensado. Ha impactado en la economía, en la sociedad, en la psicología, en la educación. Y obviamente en la salud.
Y el escenario es muy complejo porque por un lado, hay una enorme producción en una actitud más abierta del mundo científico. Eso es notable, se comparte y se publica muy rápido, se han puesto muchos fondos a disposición también. Y por el otro, es un escenario tan nuevo donde hay presión política y social. Entonces creo que hace falta un enorme sentido común para administrar todo esto.
Hay que actuar en situación de pandemia, porque la pandemia es brutal, en número de casos y el modo en que se propaga; es muy contagiosa, hay muchos asintomáticos y eso multiplica aún más los contagios; y a la vez, la economía paralizada genera tensiones y conflictos sociales. Algo hemos aprendido en este tiempo.
-Yendo a la carrera científica mundial contra el COVID-19, me gustaría arrancar con las vacunas (N. de la R: en este momento hay seis vacunas en Fase 3, la última etapa antes de lograr aprobación: las tres de China, dos desarrolladas por la estatal Sinopharm y una de la privada Sinovac. Otra en Reino Unido, la de Universidad de Oxford y AstraZeneca. Y dos en Estados Unidos, una de Pfizer-Biontech y la vacuna del laboratorio Moderna, en Massachusetts. ¿Cuánto falta para la vacuna contra el COVID-19? es la pregunta que más repiquetea en todo el mundo. ¿Y cuál ganará la carrera contra el tiempo y pondrá fin a la pandemia?