Diferencias entre asmáticos y no asmáticos en el perfil de reconocimiento de la IgE a distintos alergenos de ácaros

Microarreglo allergen chip Las novedosas herramientas de diagnóstico molecular abren nuevas posibilidades para estudiar la relación entre sensibilización a diferentes componentes alergénicos de los ácaros de  polvo doméstico y el desarrollo del asma.

Es ya conocido que diversas funciones biológicas de los alergenos de ácaros guardan estrecha relación con su capacidad sensibilizante y proinflamatoria en las vías aéreas. El presente estudio de un grupo de investigadores de la Universidad Médica de Viena en Austria, constituye un aporte relevante en ese sentido. En el mismo los autores evalúan la respuesta de anticuerpos IgE e IgG hacia un panel de 7 alergenos del ácaro Dermatophagoides pteronyssinus (Der p 1, Der p 2, Der p 5, Der p 7, Der p 10 y Der p 21 y Der p 23) en niños atópicos con asma o sin ella en comparación con un grupo control de niños no atópicos. Se trata de un estudio transversal que emplea la poderosa tecnología de los microarreglos ISAC, también llamados biochips que permite la detección múltiple de IgE hacia diferentes moléculas.

En el estudio los alergenos reconocidos con mayor frecuencia fueron Der p 1, Der p 2 (ambos considerados ampliamente los más importantes) y Der p 23. Este último alergeno, una proteína de 14 Kda, proveniente de la matriz peritrófica intestinal (membrana compuesta de proteínas y quitina) del ácaro, fue  caracterizado en el 2013 por este mismo grupo científico y parece ser tan relevante como Der p 1 y Der p 2. La combinación de Der p 1, Der p 2 y Der p 23 resultó positiva en el 92.4% de los pacientes. Como era esperado, los pacientes asmáticos, como promedio, reconocieron un mayor número de  alergenos y con mayor frecuencia que los atópicos no asmáticos: 70% de los pacientes asmáticos reaccionaron a entre 3 y 6 alergenos, mientras que 74% de los no asmáticos reconocían solo entre 1 y 3. Los niveles de IgE hacia ciertos alergenos (Der p 1, Der p 2, Der p 5 y Der p 23) resultaron también mayores en el grupo de niños asmáticos. Diferencias significativas entre asmáticos y no asmáticos fueron observadas para los alergenos Der p 2, Der p 5 y Der p 7, lo cual sugiere que la sensibilización a los mismos juega un papel importante en la evolución de la enfermedad alérgica respiratoria hacia el asma. De hecho, los tres alergenos son proteínas de unión de ligandos lipídicos y al menos en dos de ellos (Der p 2 y Der p 7) esa función biológica estaría vinculada a la inducción de inflamación en mucosas respiratorias ante la exposición a LPS, según estudios anteriores.

Por otra parte, los anticuerpos IgG tendrían un efecto protector o bloqueador antialérgico. No es aún suficiente el conocimiento existente sobre el grado en que coinciden los espectros de reconocimiento epitópico de la IgE y la IgG, aspecto que pudiera estar relacionado con la existencia de diferentes vías de maduración y cambio de clase hacia IgE. En ese sentido el presente estudio arroja también resultados polémicos. Entre los asmáticos, el número de pacientes con IgG específica hacia los alergenos evaluados fue menor con relación a los atópicos no asmáticos, aunque los niveles fueron comparables entre ambos grupos, lo cual concuerda solo parcialmente con el efecto protector de la IgG. En contraste, los niveles de IgG fueron menores para los no atópicos. Aún más, los alergenos con frecuencias de reconocimiento más altas por la IgG no coinciden precisamente con el perfil de la IgE. Ellos fueron Der p 2, Der p 10 y Der p 23 en los asmáticos; Der p 5 y Der p 10 en los atópicos no asmáticos; Der p 1, Der p 7 y Der p 21 en los no atópicos.  En tanto que las diferencias en cuanto a niveles cuantitativos entre los grupos asmático o no asmático fueron significativas solo para Der p 1 y Der p 10 (Der p 10 es la tropomiosina del ácaro, un conocido panalergeno con reactividad cruzada incluso con alergenos alimentarios como el camarón).

Asimismo, las respuestas IgE e IgG alergeno específicas muestran correlación cuantitativa solo de modo parcial con valores peores en el grupo de los asmáticos. Los autores identifican tres poblaciones diferentes: pacientes solamente con IgG alergeno específica, con IgG e IgE y, por último, solo con IgE. Las proporciones de las tres poblaciones varían en dependencia del alergeno. Así, para Der p 1 se identificó un grupo considerable de niños asmáticos que mostraron IgE en ausencia de IgG, aunque tanto para Der p 1, como para Der p 2 y Der p 23 hubo predominio claro de los individuos con IgG+IgE en el grupo de los asmáticos, mientras que para el resto de los alergenos una parte considerable mostró solamente o predominantemente IgG. En general, el tránsito de atópicos no asmáticos a asmáticos (o sea, el desarrollo de al asma en los individuos alérgicos) pareciera estar relacionado con el desplazamiento de la respuesta desde IgG hacia una repuesta mixta de IgG+IgE. Sin embargo, la presencia de individuos asmáticos con respuesta de IgE en ausencia de IgG (más marcada para Der p 1) entra en contradicción con el modelo secuencial de cambio de clase donde la IgG4 debe preceder a la IgE, lo cual sugiere alguna característica particular de este alergeno (¿función proteasa?) que favorecería una vía diferente y directa de cambo de clase hacia IgE.

Ambos efectos observados en los pacientes asmáticos: un espectro de reconocimiento mas amplio y  mayores niveles de IgE, implican una carga más densa y mas variada de los mastocitos, basófilos, y células presentadoras de antígenos, con IgE específica unida a sus receptores y, por lo tanto, hace más sensibles a los pacientes ante la exposición a fuentes alergénicas, lo cual constituye indudablemente un signo de agravamiento de la enfermedad alérgica.

De modo general, los autores concluyen que los perfiles  IgE e IgG hacia diferentes alergenos de ácaros difieren considerablemente entre los niños atópicos con o sin síntomas de asma. Los niños asmáticos se caracterizan, entonces, por un repertorio IgE más expandido  y niveles incrementados de IgE específica. Desde el punto de vista clínico estos resultados pudieran ser útiles para el diseño de pruebas de diagnóstico específicas para el fenotipo alérgico del asma. Indudablemente, el trabajo aporta para una mejor comprensión del papel de los alergenos de ácaros en la inducción del asma alérgica, aunque se requieran más estudios que profundicen en la complejidad del repertorio de anticuerpos y su posible asociación con diferentes fenotipos asmáticos.

Resch Y,  Michel S,  Kabesch M, Lupinek C, Valenta R, Vrtala S. Different IgE recognition of mite allergen components in asthmatic and non-asthmatic patients. J Allergy Clin Immunol 2015.

(Acceso libre)