Asesinato

200px-Che_muerto1El 8 de octubre de 1967 es herido en combate y apresado en la Quebrada del Yuro junto a sus camaradas Willy Cuba y Juan Pablo Chang y llevado a una escuela en La Higuera. El capitán de la unidad boliviana que lo capturó, Gary Prado, le aseguró que sería juzgado en una corte marcial en el Departamento de Santa Cruz, pero el alto mando boliviano encabezado por el presidente, general René Barrientos decidió ultimarlo.

Un coronel boliviano y un cubano que trabajan para la CIA llegaron en un helicóptero al lugar donde se hallaban detenidos el Che y sus compañeros y dieron la orden de fusilarlos lo más rápido posible. Un soldado boliviano ejecutó la orden el 9 de octubre de 1967, día siguiente a su captura.

El 10 de octubre, un día después de su muerte, el cuerpo del guerrillero se expuso en una morgue improvisada en Vallegrande, en el sur de Bolivia. Una treintena de periodistas, entre los cuales solo había tres corresponsales de prensa extranjeros, acudieron a Vallegrande para constatar allí la muerte del más prestigioso de los guerrilleros. Marc Hutten, periodista de la AFP, fue uno de los corresponsales extranjeros testigos de esta escena. Sus fotografías en color del cadáver del Che dieron la vuelta al mundo.

El cadáver fue sepultado en una fosa común en Vallegrande, con el resto de los guerrilleros caídos en el combate de la Quebrada del Yuro o asesinados en la escuela de La Higuera.

Aunque la prensa internacional ofreció 125 000 dólares por el diario de Che en Bolivia, los revolucionarios bolivianos se aseguraron que este llegara a Cuba ese mismo año haciendo fallar el plan de la CIA para hacer propaganda anticomunista con copias adulteradas o falsas de las palabras del Che.

El 1 de julio de 1968 el diario es publicado en Cuba y repartido en forma gratuita. El texto causa un escándalo internacional por la forma que Bolivia y los EE.UU. tratan a los prisioneros de guerra. El ejemplo de Che inspira desde entonces a millones de jóvenes del mundo.