Nutrición

Los seres humanos necesitan, además del agua, una ingestión de alimentos variada, equilibrada y moderada. La razón es que no existe un único alimento que proporcione todos los nutrientes para mantener la vida y la salud. El consumo regular de un conjunto de alimentos (dieta) debe proporcionar las cantidades adecuadas de proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales. Pero la alimentación moderna urbana es muy a menudo desequilibrada, desestructurada, y se suele asociar con una vida cada vez más sedentaria.

La nutrición juega un papel crítico en la salud del adolescente, y el consumo de una dieta inadecuada puede influir desfavorablemente sobre el crecimiento somático y la maduración sexual, por lo que constituye una etapa crucial del desarrollo, en la que prevalecen con alta frecuencia trastornos nutricionales.

Teniendo en cuenta que la población de estudiantes de séptimo grado de la ESBU “José M. Heredia”, había sido explorada previamente por los autores, y se habían detectado importantes problemas de salud como sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial (HTA) y signos clínicos de resistencia insulínica,10 y como un grupo considerable de los factores desencadenantes de estas afecciones son modificables, especialmente los estilos de vida inadecuados, que son los que más influyen en su aparición, se consideró importante realizar este estudio, con el objetivo principal de identificar y describir los gustos, preferencias y frecuencia de consumo de alimentos semanal de estos adolescentes.

Se desarrolló un estudio descriptivo transversal, con el objetivo principal de identificar y describir los gustos, preferencias y frecuencia de consumo de alimentos de los adolescentes de séptimo grado que asisten a esta Secundaria Básica, en el curso 2009-2010.

Los grupos de alimentos que más gustaron fueron mantequilla, mayonesa y queso crema, dulces, confituras y refrescos, mayormente consumidos a diario, a diferencia de las frutas y vegetales. El 14,1 % de los adolescentes gustaban de bebidas alcohólicas, y el 15,6 % las consumía al menos una vez a la semana.

Es notable que existen deficiencias en la educación alimentaria e inadecuados hábitos alimentarios en los adolescentes estudiados.

Hábitos alimentarios en adolescentes de séptimo grado del municipio ¨10 de Octubre¨. Valdés Gómez, Wendy; Leyva Álvarez de la Campa, Graciel; Espinosa Reyes, Tania Mayvel y Palma Tovar, Carlos Fabrizio.  Rev Cubana Endocrinol [online]. 2012, vol.23, n.1, pp. 19-29.

Los jóvenes tienen que tomar menos bebidas azucaradas y más agua y leche baja en grasa o sin grasa o cantidades limitadas de jugos de frutas 100% naturales. Las familias, las escuelas y otras instituciones deben ofrecer bebidas saludables.

Las bebidas azucaradas son la fuente más grande de azúcar agregada en la alimentación de los jóvenes estadounidenses1. El consumo de estas bebidas aumenta la ingesta de calorías, un factor que puede contribuir a la obesidad en los jóvenes de todo el país.2

La obesidad infantil se ha más que triplicado en los últimos 30 años. En los niños de 6 a 11 años de edad, aumentó del 6.5% en 1980 al 19.6% en el 2008. En los adolescentes de 12 a 19 años, aumentó del 5.0 al 18.1%.3,4 En las últimas décadas, el consumo de bebidas azucaradas se ha incrementado entre los niños y adolescentes.5,6 Los niños varones de 12 a 19 años consumen un promedio de 22.0 onzas de bebidas gaseosas calóricas por día, lo que representa más del doble de la ingesta diaria de leche (9.8 onzas); las niñas consumen un promedio de 14.3 onzas de bebidas gaseosas calóricas y 6.3 onzas de leche por día.7 Ampliar en:  Especiales CDC